“Es una manera de descender en la vida hasta lo básico”

¿Qué razón les lleva a hacer el Camino?
Thomas Heusser. Es una manera de liberar la mente, de estar libre. Una forma de descender en la vida, de dejar atrás las prisas, la conducción de un coche, de ir mucho más despacio a lo largo del camino.

¿Cuántos kilómetros llevan recorridos? ¿Les está resultando difícil?
T.H. Hasta Estella hemos recorrido unos 1.600 kilómetros, en Santiago habremos superado los 2.000. Llevamos diez semanas andando, desde Zürich, y físicamente no nos está resultando muy difícil porque hemos entrenado mucho.
Lo más complicado son los sentimientos que surgen a lo largo del Camino, pero físicamente, hemos planificado todo y no estamos exhaustos.

¿Por qué desde Zürich?
T.H. Es como un sueño. Cierras la puerta de tu casa y comienzas a avanzar, sin coger un coche o un tren. Agarras la mochila y te vas.

¿Cuántos kilos portáis durante este viaje?
T.H. Doce kilos cada uno en su mochila. Llevamos lo imprescindible: dos mudas, una camiseta de manga corta, otra de manga larga, dos pantalones, dos pares de calzado y algo de comida.

¿Una experiencia así demuestra que son pocas las cosas necesarias para vivir?
T.H. Este es un elemento clave de la experiencia. Es una manera de empezar otra vez, de descender en la vida hasta lo básico. Es cierto que para vivir no se necesitan muchas cosas.

¿Realizan el Camino este año por ser Año Santo?
T.H. Sabíamos que es Año Santo y por eso decidimos hacerlo después del verano, tarde, para evitar aglomeraciones de gente, pero no nos encontramos solos. En cuanto a este periodo del año, sí que hace más frío, pero nosotros venimos de un país mucho más frío.

¿Qué les está pareciendo el Camino a su paso por Navarra?
T.H. Es fácil hacer el Camino en España, en cuanto al alojamiento, porque está muy bien preparado y hay muchos albergues. En Francia hemos tenido más problemas, hay menos albergues.  

¿Vais cumpliendo plazos o sin prisa?
T.H. Sin prisa, pero nos encontramos fuertes, vamos muy bien y apenas hemos parado. Sólo hemos descansado en Ginebra un día, en Le Puy dos, en Conques otro, otro más en Saint Jean de Pied de Port y otro más en Pamplona. En Le Puy y en Pamplona tuvimos que cambiar de zapatillas por desgaste de la suela.

¿Cuándo llegarán más o menos a Santiago?
T.H. No lo sabemos, quizá pasemos allí la Nochevieja, pero no sabemos. Nuestra idea es continuar también hasta Finisterre.

¿Les sorprende algo especialmente sobre de esta experiencia?
T.H. El modo de peregrinar de muchas personas. Para nosotros es chocante que mucha gente reserve albergue varios días y si no llega se monta en un coche que les acompaña para llegar a la próxima etapa sin caminar. Está claro que es otra manera diferente.