
“Las gafas de natación y el bañador se hacen imprescindibles en la fiesta
infantil
”
DE ESPUMA HASTA EL CUELLO.
Este niño sólo tiene a salvo los ojos gracias a la protección que le brindan unas gafas para nadar. Seguramente, fuera la fiesta de la espuma uno de los mejores momentos de sus fiestas el año pasado.
¿WAKA-WAKA?.
¿El waka-waka de Shakira, que tanto sonó el verano pasado, o el saludo al sol? Entre la espuma que casi cegaba la visión y una sensación de bienestar que hacía sentir a los niños en una nube, las coreografías eran bastante difícil de seguir.
EFECTO SPA.
Relajante parece el baño de espuma que se está dando esta niña, un poco más apartada de la multitud. Podría parecer que este angelito esté disfrutando como si estuviera en el cielo.
¡Menudo batiburrillo!
Brazos y manos por todos los lados. Los niños que disfrutan de la fiesta en el frontón, como si de una gran piscina se tratara, se defienden como pueden de los chorros de espuma que expulsa el cañón.