El sábado 5 de junio, el Pre-infantil Azul del C.B. Oncineda SK ganaba matemáticamente la liga, como premio a la perseverancia en un año marcado por las mascarillas y las restricciones. Restaban dos encuentros para terminar la temporada, y también los ganaron. Cuando en septiembre el equipo comenzaba a entrenar con mascarilla, de manera individual, sin contacto y pendientes de la normativa, que iba cambiando continuamente, no imaginaban que en junio conseguirían, invictas, el deseado triunfo.
Al frente del equipo, el entrenador Javier Turumbay se muestra muy satisfecho y orgulloso de sus chicas. “Estaban muy motivadas, necesitaban la competición después de entrenamientos individuales, de distancias y mascarillas, porque al principio el riesgo de contagio era muy alto. Necesitaban jugar y el compromiso con el equipo, el hecho de haber estado en todo momento al pie del cañón, ha tenido su recompensa”, asegura el entrenador.
La capitana Henar Villar García asegura que el equipo se ha quitado este año la espina de vencer a algunos rivales con los que no habían podido en las dos temporadas anteriores. “Hemos entrenado bastante, queríamos ganar. También teníamos un reto: si ganábamos el entrenador se cortaba la barba. Y así pasó después del último partido, no le quedó más remedio”, ríe la jugadora muy contenta con el resultado logrado.
Volviendo al plano serio, la temporada ha estado marcada por la incertidumbre y el agobio. “Al principio, cuando nos dijeron para jugar partidos la gente no quería por el tema de la mascarilla, pero empezamos y vimos que no era tanto problema”, añade la capitana.
“Llevábamos tres años juntas y ya era el momento de ganar”, asegura otra de las jugadoras del Pre-Infantil del Oncineda, Adriana Mora. “Hemos jugado con mucha ilusión después del confinamiento domiciliario y todo lo de la pandemia, aunque al principio fue muy complicado. Los entrenamientos eran sin contacto, los ejercicios aburridos y necesitábamos volver a la competición. Hemos ganado todos los partidos, así que no podemos estar más contentas”, asegura.
Las jugadoras del Pre-Infantil, firmes a su compromiso con el baloncesto y con el club, tampoco faltaron en el Skills Challenge, una competición de habilidades preparada desde la Federación Navarra de Baloncesto para mantener el contacto con el deporte durante las semanas de mayores restricciones sanitarias. El compromiso, la constancia y la pasión por el deporte han tenido la mejor recompensa.
