
La jornada contó con una mini competición, por la mañana, en el circuito cerrado y se llevó a cabo un sorteo de un juego de ruedas entre los ganadores de las diferentes categorías. Al mediodía todos los asistentes, unos 65, disfrutaron de una comida popular y, por la tarde, los pilotos compartieron técnicas y entrenaron en el circuito abierto.
En febrero de 2018 se hacía realidad la ilusión de un grupo jóvenes pilotos que ya recibían formación en la escuela de Abárzuza. Fruto del trabajo y esfuerzo de sus familias lograron que el Ayuntamiento estellés les cediera unos terrenos en Merkatondoa en donde se sitúa el circuito al aire libre. Después, un particular les cedió un local de la antigua fábrica de embutidos Irigoyen que les permitió equipar un segundo circuito, que aprovechan para la época invernal, ya que es cubierto. El club suma adeptos año tras año y actualmente cuenta con 49 socios, de los cuales 27 son pilotos, de entre 6 y 40 años. Lizar Trial dispone además de material para todas las personas interesadas en probar este deporte. Quienes quieran acercarse, lo pueden hacer los miércoles y sábados por la tarde.