La aprobación del punto despertó la crítica de los grupos de la oposición, para quienes la actitud política del equipo de Gobierno era irresponsable y carecía de rigor. Incluso, el portavoz socialista, José Ángel Izcue, solicitó que se quedara sobre la mesa. La alcaldesa, Begoña Ganuza, zanjaba el tema diciendo que el equipo de Gobierno consideraba que los gastos y ejecuciones de las obras, a los que se destinaban los 1,3 millones de euros, estaban consensuados por todos los grupos municipales.
El punto tres también suscitó el debate. No prosperó dejarlo sobre la mesa y se votó la modificación de la unidad urbanística que en Ibarra acogerá una nueva superficie comercial. La modificación, que salió adelante, se refería a los aparcamientos y apuntaba la construcción de 110 plazas, cien subterráneas y diez en superficie. Los vecinos de la nueva urbanización podrán utilizar las de superficie y las subterráneas, éstas durante el horario de apertura del hipermercado.
La oposición lamentó la escasa compensación en aparcamientos que iban a recibir los vecinos ante la construcción del área comercial junto a sus viviendas. Ricardo Gómez de Segura, de Nabai, apuntó que este proceder no es habitual en el Ayuntamiento. “Siempre que se ha instalado una superficie en la ciudad ha habido negociación. Los vecinos han de recibir ventajas adicionales a la instalación. En Eroski, de 1.500 metros de superficie, hay 90 plazas para los vecinos 24 horas al día. Éste tiene 1.700 metros de venta y sólo son 10 las plazas de uso público”, dijo.
En otro orden de cosas, el pleno municipal aprobó por asentimiento el recurso frente a un acuerdo de pleno de la empresa de limpieza Cespa por una modificación en la oferta económica de 6.583 euros. •