El público es variado. Hasta la casa de cultura se acercan visitantes de todas las edades, especialmente familias con niños. También gente desde otras localidades y grupos de escolares para los que la Asociación de Belenistas organiza visitas guiadas.
El paseo por la sala no deja de sorprender. Casi todas las creaciones son novedades, salvo dos belenes que repiten en esta ocasión, siguiendo la costumbre del grupo de exponer cada maqueta dos años seguidos. En este caso se trata de dos de las composiciones de mayor tamaño: una con escenas marineras y otra que recrea el pueblo de Galdeano debajo de las peñas de la sierra de Lóquiz. El resto, ven la luz por vez primera.
La visita comienza con un belén con dos trenes eléctricos que cruzan el puente y el túnel de Arkijas, que recrea la puerta de Castilla y que incluye molinos de viento. Los trenes trasladan los regalos de Olentzero, Papá Noel y los Reyes Magos. Después, el visitante descubre una cocina con sus fuegos casi reales y luego, un paisaje de Urbasa con sus hayas y un corral a modo de Portal.
El itinerario continúa con una maqueta de casas tradicionales con balconada, realizado por Luis Michel, un original belén realizado en una cuba de vino y otra de las grandes joyas de la muestra: la escena marinera ambientada con luces de noche y día y en la que se puede ver las barcas, pescadores, un faro y la llegada de los Reyes al portal de Belén, entre otros innumerables elementos.
Las siguientes paradas son ante la recreación del pueblo de Galdeano, con su iglesia, su palacio, su lavadero y sus caserones, escenas en las que no faltan detalles, como un nido de buitre en la peñera. Completan la exposición cuatro belenes que sorprenden. Se trata, por un lado, del belén de iniciación realizado por los socios noveles, y de otras tres curiosidades: un belén montado en el interior de una vieja maleta, otro belén en una cabeza de maniquí que gira y un tercero que emplea un ordenador, también su teclado para la distribución de sus elementos con la imagen del convento de Santo Domingo de Estella en la pantalla.
La muestra que se puede ver es obra de un grupo de socios de los 60 que actualmente integran el colectivo. La exposición representa la puesta en escena del trabajo de todo un año que comienza nuevamente en febrero, prácticamente después de desmontar las maquetas en la casa de cultura. Los socios aseguran que es muy gratificante compartir su pasión con los visitantes, quienes disfrutan de buenos momentos observando con detenimiento el trabajo artesanal y minucioso.
Aportaciones de suma y sigue
La Asociación de Belenistas viste Estella de Navidad. Además de montar la exposición en la casa de cultura, el colectivo asume la decoración del zaguán del edificio municipal, que recoge un belén y una escena de Olentzero. El grupo cede también belenes a las tres parroquias de la ciudad –San Pedro, San Juan y San Miguel-, a la Mancomunidad de Montejurra, al Hospital García Orcoyen y a la oficia de Caja Rural. Este año han aportado, además, los nueve belenes de la Ruta de Belenes que ha organizado el Ayuntamiento por los escaparates de la ciudad.