
“Cada obra contiene una frase subrayada ”
El compromiso del centro con los valores solidarios y el multilingüismo han quedado patentes con esta acción que siguió unas pautas acordadas. Cada familia debía escoger un libro para dejarlo en un lugar donde pudiera cambiar de manos. En cada ejemplar, los ‘liberadores’ habían subrayado una frase que les resultara atractiva, importante o que invitara a la lectura del libro o a la reflexión. Esa página iba señalada con un marcador.
Los cerca de 400 libros fueron liberados en la plaza de los Fueros, los columpios de la ciudad, el parque de Los Llanos, en la biblioteca, la casa de cultura, guarderías, el centro de salud, el polideportivo, las residencias de ancianos, el atrio de la iglesia de San Juan, los museo Gustavo de Maeztu y del Carlismo, en el albergue de peregrinos y en diferentes establecimientos comerciales, hosteleros y de servicios de la ciudad. Cada alumno y su familia sacaron una foto del libro en el lugar en que lo liberó para compartir después la experiencia también en las aulas.