Todos los entrevistados coinciden. Con el final del verano llegan los horarios y, por lo tanto, algo más de orden a la vida, en buena medida marcado por el curso escolar de los más pequeños y también porque son días en los que empieza a apetecer estar más en casa que en la calle. Hay quien tras el verano retoma actividades algo más aparcadas durante los meses de calor y también quien prefiere disfrutar de días más tranquilos.
Iñaki Zabaleta Aramendi
41 años. Murieta
Operario
“Cambia en que volvemos a la rutina, a un orden que me parece bien, me gusta. Los niños pronto a la cama y a la ikastola”.
Ainhara Romay López
33 años. Murieta
Ama de casa
“Cambia sobre todo porque te amoldas a los horarios del cole, a la ruina de ir antes a casa porque se hace de noche, de ir antes a la cama y de madrugar más. También comienzas a hacer más cosas a cubierto, como ir a la ludoteca”.
María Osinaga Riezu
70 años. San Sebastián
Jubilada
“Para mí la vida es mucho más tranquila a partir de ahora porque en verano vivimos en Baríndano y viene toda la familia. Cuando vienen, bien, pero cuando se van, mejor. Ahora soy feliz de la vida, a mis cosas como la pintura, tiempo para mí”.
Kepa Zudaire Vitoria
49 años. Estella
Graduado Social
“Poco. Marcan los colegios de las hijas y todo es más tranquilo que en verano. Por lo demás, no hay cambios. ¿Deporte? Es algo que durante el verano tampoco lo dejo”.
Jesús Azkarraga Korta
83 años. Estella
Jubilado
“Cambia. Tenemos una nieta con nosotros y ahora empieza la ikastola. Aparte, en otoño hago más monte, durante la semana y en el fin de semana y, además, en octubre comienzo con las clases que doy yo. Tras el verano aumenta la disciplina y el orden”.
Javier Arana Cadarso
39 años. Estella
Ingeniero
“Cambia mucho. Sobre todo, toca cambio de horarios. En verano tienes más libertad mientras que en invierno tocan más madrugones, colegios…”.