Veranos de orquesta

“Una de las claves de una orquesta es saber adaptarse a su público“

Aunque la mayoría tiene otro trabajo, su participación en Edelweiss demuestra, sobre todo, una gran afición a la música y un gran esfuerzo y compromiso que les lleva a recorrer Navarra durante los fines de semana. Amigos y compañeros, Asier Apesteguía toca la batería; Patxi Gil pone la voz, toca la guitarra y se ocupa del sonido. A ellos se suman la cantante Maite Úcar Iriarte, de Cizur; el guitarrista Jorge Guillén Echecón, de Tafalla; el bajista, también de Tafalla, Fernando Salinas, y el teclista de Acedo Rubén Alén Fernández. 

Edelweiss pasea su nombre por las diferentes localidades, sobre todo de Navarra, desde hace más de 20 años. Decenas de personas han pasado por la agrupación hasta el nuevo cambio. Un cambio que, además de poner savia fresca, con integrantes de entre 20 y 37 años, añade nuevo repertorio y la intención de dirigirse a un público de todas las edades. “Una de las claves de una orquesta es saber adaptarse al público de cada momento, tocando las canciones que les gusta. Edelweiss siempre ha tenido la fama de una orquesta cañera, pero ahora queremos llegar a toda la gente, también a la de más edad”, apunta Asier Apesteguía, quien detalla que ofrecieron en sanfermines una actuación para gente mayor.

En directo
Su compañero Patxi Gil asegura que otro de los secretos del éxito es el directo. “Hoy en día no muchas orquestas tocan en vivo. Muchas graban la música o se la descargan de Internet y luego la cantante pone la voz. El público está centrado en la cantante y en el baile y no repara en ello”. Además, aseguran los integrantes de la orquesta, que es vital enganchar al público con temas populares y que los miembros del grupo se lleven bien entre sí para transmitir buena energía.

La crisis se nota en todos los ámbitos. También en el presupuesto que los Ayuntamientos destinan a sus fiestas y, por lo tanto, en el número de actuaciones anuales que ofrecen los colectivos musicales. “Nosotros tenemos de media en torno a cincuenta, pero este año vamos por el orden de quince actuaciones menos”, añade Apesteguía. El grupo ensaya un día a la semana para tener frescas todas las canciones.
El desplazamiento en camión a los puntos de fiesta, el montaje del escenario y desmontarlo después son actividades que completan el día a día de una orquesta. Carretera y mano de obra representan poco menos que un estilo de vida; aunque sólo sea durante los fines de semana.