Adrían Garín Pagola
Detalle de los numerosos modelos de Renault Alpine en una de las vitrinas
Adrían Garín posando junto a su Renault Alpine A 110 de tamaño real
Joyas sobre ruedas
“Mucha paciencia y pasión por los coches” son las dos claves que, según Adrián Garín Pagola, tiene que tener un coleccionista de coches en miniatura. También amor por los Renault Alpine; la marca de los 1.000 coches que este coleccionista guarda en varias vitrinas de su casa.
“Siempre me han gustado los coches y cuando compré en Gerona el Renault Alpine A 110 real, que he restaurado, adquirí alguna muestra en miniatura de este modelo de coche alpino y poco a poco me metí en el mundo del coleccionismo”, informa Adrián Garín.
Un curioso hobby al que dedica muchas horas ya que no sólo posee miniaturas estáticas sino que también construye, él mismo, los coches que adquiere en kits de montaje. Tal es la afición por estos coches, que Adrián Garín ha comenzado, hace poco, a crear copias de piezas con sus propias manos. “Invertir tantas horas en el montaje de estos coches no creo que sea una pérdida de tiempo ya que me entretiene y me desestreso”.
Según Garín, no hay muchos coleccionistas de Renault Alpine en España. “Yo creo que mi colección monotemática de coches en miniatura será la más grande que existe en todo el país y una de las más amplias del mundo”, confirma Adrián Garín.
La colección de coches en miniatura es una afición cara porque “es difícil conseguir ciertos ejemplares y al final se pujan por precios muy altos y los modelos que consigo en kits de montaje por internet cuestan alrededor de 70 euros cada uno”, informa Garín.
La mayor parte de la colección procede de Internet aunque también ha conseguido varios ejemplares en ferias celebradas en las localidades francesas de Tarbes, Somoulou, San Juan de Luz y, en España, en Barcelona, Madrid, Bilbao, Alcañiz y Zaragoza.
Este coleccionista de Villatuerta no ha expuesto nunca su colección pero participa activamente –con imágenes y opiniones- en diversos grupos de Facebook y en páginas y foros relacionados con los Renault Alpine.
Gusto por el detalle
La gran pasión que Adrián Garín siente por esta marca de coche ha derivado en la afición por montar estas miniaturas a mano. “Elaborar un coche completo, de los que vienen en kit, puede llegar a costar alrededor de 100 horas”, explica el coleccionista. Las herramientas que utiliza para su construcción son las pinzas, cuchillas y pinceles, pequeños recipientes para mezclar las pinturas, cinta de enmascarar, tenazas…
Este aficionado a los coches en miniatura ha empezado, además, a construir sus propias copias de piezas para los coches. “Realizo la copia sobre plastilina o arcilla y creo un molde de silicona especial para después inyectar en él, resina de poliuretano”, informa Garín.
De los diferentes estilos de Alpine que colecciona, se queda con el A 110, del que posee un gran número de muestras. “A pesar de ser un coche antiguo, fabricado en Francia en el año 1961 para competir en carreras alpinas, me parece precioso”, confiesa.
Un Renault Alpine A 110, a tamaño real
La afición de Adrián Garín por coleccionar Renaults Alpine en miniatura viene precisamente de la pasión que tiene por este coche en su versión real. “Cuando conseguí el Renault Alpine en Gerona, en el año 2001, fue cuando empecé a coleccionar esta marca en miniatura”.
Este Renault Alpine A 110 fue fabricado en España en el año 1969 y llegó a Villatuerta en chasis y con parte de la carrocería. “Se encontraba en muy mal estado porque estuvo abandonado muchos años en una campa llena de hierba y matas”, informa Adrián Garín. A día de hoy, gracias a las incontables horas que ha dedicado a su reconstrucción, funciona perfectamente. “Está creado con chasis de viga central y carrocería de poliéster. Posee 1.300 cc y 72 cv”, detalla Garín.
A pesar de que en España no es tan conocido como en Francia, existen unos 400 ejemplares. “Concretamente en Navarra habrá alrededor de 20 Renault Alpine reales, de los cuales seis están Villatuerta, aunque no todos en marcha”, informa el coleccionista.
Especializado en Diseño de Interiores y Diseño Gráfico y actualmente impresor en Rodesa, Adrián Garín también ha aprendido los secretos de la mecánica. “Llevo aprendiendo mecánica desde muy joven gracias a mi padre, que me ayudó a construir un car y años después un buggy. Esto me ha servido para reconstruir mi Alpine”, afirma.
El próximo objetivo que tiene este villatortense es reconstruir otro Alpine del año 66-67, fabricado en Francia para carreras de rally. “Tengo el chasis completo, la mecánica y gran parte de los componentes del coche. Espero poder ponerlo en marcha pronto”, concluye Adrián Garín.
Título
El mito francés
El Alpine fue creado en 1955 por el francés Jean Rédélé, hijo del propietario de un taller mecánico de la marca Renault en Dieppe. Se creó con la intención de confeccionar un vehículo para competir en carreras de montaña, de ahí la denominación de Alpine. Cosechó numerosos éxitos, triunfando en varios campeonatos europeos de rally y proclamándose campeón del mundo en 1973 con el modelo A 110. Desde entonces, el Renault Alpine de este modelo se ha convertido en un mito en gran parte de Europa y, en especial, en Francia.
Joyas sobre ruedas
Estas dos muestras de Renault Alpine A 110 son las joyas de Adrián Garín. Ambos vehículos, que son de pedales, fueron fabricados en España en los años 70 por las empresas Javis e Injusa y, según Adrián Garín, son dos coches muy complicados de encontrar ya que ni siquiera por Internet ha conseguido encontrar a alguien que conserve un modelo igual.
