La primera edil describe al rejoneador como “uno de los estellicas más universales”, figura histórica internacional del toreo a caballo que, el lunes 5 de agosto, estará fiel a su cita en el coso estellés, donde toreará junto a su hijo, Guillermo, y al diestro mexicano ‘El Payo’ en la que será la última corrida festiva de rejoneo ante su público de casa.
Pablo Hermoso de Mendoza, de 58 años, tomó la alternativa en Tafalla en 1989 y, desde entonces, ha sumado éxitos temporada tras temporada. Entre sus incontables reconocimientos y galardones, el estellés atesora la Medalla de Oro de Navarra, que le otorgó el Ejecutivo foral en 2003; el Premio Francisco de Javier, concedido por el Gobierno de Navarra en la primera edición, en 2009, así como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2015, por decisión del Consejo de Ministros. A nivel local fue elegido ‘Estellés del año’ en 1990 y ‘Estellés de la década’ en 1999.
¿Qué significado tiene para ti lanzar el cohete de las fiestas de tu ciudad?
Como estellés, al igual que cualquier persona que haya nacido y se haya criado en la ciudad, me hace una ilusión enorme tirar el cohete, y me gustaría que fuera un deseo popular.
¿Cómo vives las Fiestas de Estella, cómo van a ser para ti este año?
He vivido las fiestas siempre adaptándome a cada momento de mi vida. Recuerdo los años de mi infancia y juventud como los más bonitos, cuando iba a todos los actos y era la fiesta más grande del año. Cuando empecé a torear, todo fue diferente. Siempre tenía algún día libre para pasarlo en fiestas, pero a veces coincidía también con viajes a Huelva, a Vitoria, a Bayona, y tenía que ir adaptándome para encontrar el momento de estar y de juntarme con amigos, de disfrutar de una cena rica, de ir a la Era a la noche en la plaza de San Juan. El momentico del encierro me fascina y la pañuelada es un acto al que pocas veces he podido ir, pero que me gusta muchísimo. Estos dos últimos años no me he perdido la pelota, que se ha popularizado mucho.
Llega el momento de decir adiós a una larga y fructífera carrera profesional, ¿cómo estás?, ¿cómo lo estás viviendo?
Estoy feliz y pleno. Ha sido una decisión tomada de forma muy meditada y en el momento que la tenía que tomar. He disfrutado de los últimos años, grabándome en la memoria cada minuto vivido en la plaza. Estoy feliz porque miro hacia atrás y veo que es la culminación de una carrera extensa y fructífera tanto en el tema personal como profesional y artístico. Me siento lleno.
“Como estellés, me hace una ilusión enorme tirar el cohete”
Guillermo, tu hijo, toma el relevo, ¿es una gran responsabilidad?
Estoy encantado de vivir el relevo de mi hijo y de que compartamos esta gran afición y profesión. Es algo que nos tiene felices a toda la familia porque la tradición va a seguir viva y porque voy a poder seguir viviendo este mundo de nuevo, a través de él. Estoy muy contento de que pueda seguir vivo todo lo que se ha creado en estos años, desde la crianza de caballos hasta la preparación de mi propia cuadra. No entendería retirarme y que estos caballos crack criados y preparados durante muchos años pasaran también al retiro y se quedaran a media carrera. Es una enorme felicidad que mi legado siga vivo, creciendo, mejorando, y voy a seguir participando de todo ello en primera persona.
Es un regalo de la vida haber podido pasar el testigo a mi hijo y haber compartido momentos con él, como torear en Sevilla, en Madrid, en la Monumental de México y salir a hombros el otro día en Pamplona. Son recuerdos que me llenan de felicidad.
También está otro aspecto, que Navarra ha sido durante muchos años el centro del rejoneo, un símbolo en todo el mundo. Conseguirlo fue un gran reto y con Guillermo va a seguir vivo.
¿Qué consejo no te cansas de dar a tu hijo para su vida y en su profesión?
Mi mujer Miren y yo hemos fundamentado la educación de nuestros hijos en los valores, en una sociedad que precisamente da muy poca importancia a los valores. Intentamos que los apliquen en todos los aspectos de la vida, empezando por las amistades, en todo, y que aborden las cosas siempre con mucho respeto.
¿Llega el momento de hacer cosas pendientes?
Muchas cosas no he podido llevar a cabo durante mi vida profesional por falta de tiempo. Ahora pienso en cuales de ellas me voy a centrar, pero hay un aspecto fundamental: recuperar esa parte mía interior. Siento que en estos años se ha quedado a un lado ese chaval, esa persona, esa parte de sencillez. Pablo ha sido eclipsado por la vorágine profesional, por el Pablo Hermoso de Mendoza artista, y quiero reencontrarme con esa parte auténtica, apartarme de la vida de tensiones, de exigencia, de popularidad y de halagos. Quiero encontrarme conmigo mismo, estar solo, ir al campo, montar sin necesidad de mostrarme quince días después ante la gente; montar, aunque ni el caballo ni yo estemos preparados. Quizá haga el Camino de Santiago, cosas que me permitan volver al chaval que dejé con 15 o 16 años para ser torero.
“Estoy feliz porque miro hacia atrás y veo que es la culminación de una carrera extensa y fructífera tanto en el tema personal como profesional y artístico. Me siento lleno”.
¿Con qué te quedas de todos estos años de trayectoria?
Me quedo con la capacidad que he tenido para levantarme cada vez que me he caído. Con el hecho de que ante las dificultades he seguido siempre adelante, sin rendirme nunca.
¿Cómo intuyes la corrida de rejones del lunes, de despedida en casa?
Hablar de despedida siempre es un poco triste, así que me planteo la actuación de lunes como una fiesta. Vamos a disfrutar todos porque no va a haber muchas ocasiones más de estar en una plaza. Quiero pasarlo bien en Estella, que me quede y le quede al público el recuerdo de un momento bonito y feliz porque los momentos felices son los que perduran en el recuerdo del artista y del aficionado. El lunes voy a disfrutarlo, ya no hay nada que demostrar.
Un recuerdo a Joaquín Jordana
Pablo Hermoso de Mendoza envía un recuerdo para el estellés Joaquín Jordana Arza, recientemente fallecido. “Desde que era niño, y no sé muy bien cómo ni por qué, Joaquín Jordana y yo creamos un vínculo, como el que él creó con tantos estelleses, y creo que fue el mejor maestro que he tenido porque me enseñó a querer a mi pueblo. Con todo mi cariño le brindaré las fiestas de este año. Él fue el estellés más fiel que he conocido, la persona que más ha querido a Estella y su mejor embajador”.
