“el frío no fue inconveniente para que niños y mayores siguieran el recorrido de olentzeroAbrieron el camino de Olentzero los alumnos de dos años del centro educativo y entre carroza y carroza desfilaban la banda de música, baserritarrak o caseros, danzaris y varias agrupaciones musicales, hasta sumar un total de diez colectivos del folclore estellés que colaboraron para que la visita del carbonero de Urbasa fuera perfecta.
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A pesar de las bajas temperaturas que registró la ciudad durante la tarde del 24 de diciembre, los más pequeños de la casa se agolparon en las distintas calles que recorrió la kalejira para ver a Olentzero antes de que regresara a la sierra de Urbasa, su lugar de residencia habitual durante el resto del año y donde recibe las cartas que los pequeños escriben pidiéndole sus deseos y regalos para la noche del 24 de diciembre.
Después de aproximadamente una hora, concluía la kalejira de esta figura mágica para los niños, gracias, especialmente, al esfuerzo de los padres y madres de los alumnos de 2º de Primaria de Ikastola Lizarra, artífices del montaje de las carrozas y de toda la organización que hizo posible que, un año más, Olentzero regalara ilusión y, sobre todo, muchas castañas en su paso por Estella.