““Viva Mañeru”, “Quiero mucho a mi pueblo”, decían las protagonistas del inicio festivo“
“Viva Mañeru”, decía Fermina Unanua el viernes 30 de agosto a las seis en punto de la tarde. “Soy de Mañeru y todos mis hijos también. Quiero mucho a mi pueblo”, añadía con todo el sentimiento Victoria Cía, la vecina de mayor edad de Mañeru. Entonces prendían la mecha del cohete y comenzaba la fiesta. El ambiente de júbilo en la plaza del Ayuntamiento se hizo notar más que ningún año y arropó un cálido inicio, seguido de más cohetes y de una lluvia de caramelos, chocolatinas, globos y balones que aglutinó a los más pequeños bajo el balcón consistorial. La charanga Malatake rompía a tocar y pocos minutos después el zurrakapote acaparaba la atención de los vecinos en los diferentes chabisques de las cuadrillas.
La decisión de conceder a los mayores del pueblo el honor de ser los protagonistas el primer día surgió en el Ayuntamiento como una idea novedosa que no se había hecho nunca con anterioridad, explicaba la alcaldesa, Nuria Irisarri. “Son las dos vecinas de mayor edad y además, súper animadas. Ha sido un inicio muy bonito”, decía. En el balcón faltaba la tercera persona invitada a vivir el privilegio, Javier Arbeloa García, el hombre de más edad de Mañeru y la tercera persona que acumula más años, 90. Es, además, el abuelo de la primera edil. “Pero no le ha apetecido. Estará desde la ventada viéndolo todo”, añadía Nuria Irisarri.
El primer baile con música de disc jockey, el primer toro de fuego y la música después de media-noche completaron un primer día, el viernes, a las puertas del fin de semana. El sábado 31 de agosto se celebró la vigésimo edición de una cata de vino, degustación de quesos y tostadas de ajo, actuaron ‘Los Gardatxos de Konketa’, hubo salve con el coro San Isidro y música de orquesta entre otras actividades. El domingo 1 fue el día fuerte con misa y procesión, exhibición de bolillos a cargo de las encajeras de Villatuerta, actuación de humor, baile y cena en la plaza. El lunes estaba dedicado a los niños y los disfraces con una chocolatada en la plaza, txupinazo infantil, hinchables, comida para los niños y, como plato fuerte, la XVI edición del concurso de disfraces.
Deporte, teatro y concursos
El martes, Día del deporte, arrancó con un duathlón en el polideportivo, con teatro, chocolatada y música. El miércoles, Día del Jubilado, se celebró misa en honor de las personas mayores, comida para ellos, el XXXIX Concurso de Ajoarriero y Tartas de Manzana, y la traca final y pobre de mí con la charanga Malakate.
La organización de las fiestas de este año tuvo un presupuesto de 18.500 euros, una cantidad significativamente inferior a la de 2012, cuando se invirtieron 24.500 euros. “No hemos recortado ni suprimido nada, excepto la música por la noche el último día, pero hemos buscado mejores precios”, apuntaba la alcaldesa. Las fiestas de la localidad despidieron agosto y dieron la bienvenida a septiembre con el mejor de los ambientes.
Título
Las dos protagonistas
Victoria Cía Echarren. 99 años.
“Todos mis hijos son de aquí”
La casi centenaria Victoria Cía Echarren se mostró muy orgullosa de ser de Mañeru. “Todos mis hijos son de aquí”, decía momentos antes de tirar el cohete y lo repetía desde el balcón. Cía, con siete hijos –Mari, Sagrario, Mª Jesús, José, José Luis, Rosario y Vicki-, diecisiete nietos y 14 bisnietos nació hace 99 años en Mañeru, donde vivió hasta los 14 antes de ir a Pamplona a trabajar. “Estuve dieciocho o veinte años con mi tío, que era el conserje del Ayuntamiento de Pamplona y viví y trabajé con él hasta que me casé”,
Victoria Cía contrajo matrimonio con Marino Gárriz y volvió a su lugar de origen, Mañeru, hasta que en 1970 dejó por segunda vez el pueblo para regresar a la capital junto a su hija. “Tiro el cohete porque soy la mayor e hija de Mañeru. Se han acordado de los mayores”, decía.
Fermina Unanua Beriain. 94 años.
“Salgo al balcón de mi casa cuando pasa la charanga y lo veo todo”
“Es un momento muy bonito y muy emotivo”, decía Fermina Unanua Beriain, natural y vecina de Mañeru. “Vivo en la casa de la plaza, así que no me pierdo nada de las fiestas. Salgo al balcón cuando pasa la charanga y lo veo todo”, decía la cohetera, amiga de su compañera Victoria Cía. “Relación tenemos mucha, somos amigas”, decía, ya preparada para tirar el cohete en el balcón consistorial.
Fermina Unanua se casó con Manuel Yoldi, con quien tuvo cuatro hijos –Jesús, José Manuel, Mª Carmen y Mercedes-. Es abuela de ocho nietos y la han hecho bisabuela en siete ocasiones. Rememora las fiestas del pasado y se acuerda sobre todo de los bailes. “Bailar es lo que más me gustaba, y cuando tocaban música por la calle”, asegura.