“La prueba: 3,8 km a nado 180 km en bicicleta (carrera individual)
y 42 km a pie.
“
La primera vez que se organizó un Ironman como hoy se conoce fue en 1978 en Hawai, referente del triatlón y lugar de celebración del actual Campeonato del Mundo. John Collins, infante de la marina de los Estados Unidos, trató de determinar qué atletas eran los mejores nadadores, los corredores o los ciclistas y para ello propuso combinar los tres deportes.
Así, unió las tres pruebas que se celebraban en Hawai en las tres disciplinas – la ‘Waikiki Roughwater Swim’ (4 km a nado), la ‘Around-Oahu Bike Race’ (180 km en bici) y el ‘Maratón de Honolulu’ (42’2 km a pie). Los participantes tenían que realizar las tres seguidas para proclamarse Ironman (hombre de hierro).
Unas 12 horas en competición
Desde Hawai el Ironman se extendió por diferentes ciudades del mundo, y este año por primera vez se organiza uno en Vitoria. En torno a 600 triatletas participarán en la capital alavesa en una prueba que tarda en cubrirse una media de 12 horas y que tiene un tiempo límite de 17. Entre ellos, los cuatro participantes de Tierra Estella pondrán en valor meses de disciplina que se traducen en una media de 23 horas de entrenamiento a la semana.
La preparación de un reto exige sacrificio y un plan específico. A ello se refiere Peio López, de 35 años, quien ya conoce la experiencia Ironman. En 2008 participó en el de Roth, Alemania. “Son entrenamientos progresivos, de menos horas a más, combinando la bici, la carrera y la natación. Se entrena en cantidad y también en técnica y es muy importante incluir tiempos de recuperación para regenerar el cuerpo”, explica el estellés.
Reto físico y mental
Como un reto físico y un reto mental describe la prueba Israel Moreno Isaba, otro de los participantes. La cita de Vitoria será su cuarto Ironman, después de disputar el de Calella en las tres últimas ediciones. “Desde fuera se ve muy duro pero no se sabe lo duro que puede llegar a ser. Durante seis o siete semanas de preparación vives cansado. Pero si no fuera tan duro no sería tan gratificante”, cuenta el estellés, de 38 años.
La competición exige estar muy concentrado y quizá por ello, añade, se llega a disfrutar la prueba de larga distancia. “Sobre todo disfrutas en los dos últimos kilómetros. Eso sí, luego ves fotos, por ejemplo del kilómetro 30 del maratón, y piensas que no puedes ser esa piltrafa”, añade.
En la dureza está el reto, y en el reto reside una gran ilusión, cuenta Iñigo Yoldi Amorena, de Mañeru. “Yo creo que los aficionados al triatlón somos gente movida, que nos gusta superarnos y, por eso, cuando has corrido carreras de triatlón, hacer un Ironman es un sueño, el sueño de cualquier triatleta. Yo intentaré hacerlo lo mejor que pueda”, explica Yoldi, de 29 años.
Para otro de los participantes, Iván San Juan, de Lácar y 36 años, su participación en el Ironman de Vitoria responde, como para su compañero, a una inquietud deportiva. “Es una manera de probar algo distinto”, apunta. En su opinión, la clave puede estar en que cada atleta se ciña a realizar su propia carrera. “Pienso que es muy importante conocer tus condiciones y no dejarte llevar por la gente, ni por el resto de atletas ni por el público”, apunta.
¿Los objetivos de la carrera? Los cuatro representantes de Tierra Estella coinciden en que lo primero es pasarlo bien, después acabar y, por último, hacerlo cada uno lo mejor posible, de acuerdo a su preparación y condiciones. El mero hecho de haberse preparado para ello y participar ya les convierte en los hombres de hierro de Tierra Estella.
Título
Recomendaciones
1. Dormir bien la noche anterior y descansar los días previos.
2. Acudir muy mentalizado sobre la prueba que se va a hacer. Visualizarla.
3. Estar informado y conocer el circuito.
4. Que cada atleta haga su propia carrera. No dejarse llevar.
5. Medir el esfuerzo.
6. Una buena hidratación en carrera y comer, aunque no apetezca.