El pasado verano, Mikel Zabalza, Juan Vallejo y Alberto Iñurrategi enlazaron la cumbre Norte y Central del macizo montañoso Broad Peak en la frontera entre China y Pakistán, a unos ocho kilómetros del K2. En solitario, Iñurrategi conquistaba también la cumbre Principal, logrando así cumplir el reto inicial de unir los tres picos. “Son de las más bellas y abruptas cumbres”, describía en Estella el alpinista, que ha viajado hasta el Karakórum en nueve ocasiones.
La dureza de las condiciones quedó patente mediante las fotografías, la proyección de un pequeño video y las explicaciones del montañero. Tan sólo como ejemplo, diez fueron las horas que emplearon los escaladores para superar los últimos 200 metros de una de las tres cumbres del Broad Peak. Además de la experiencia en el Karakórum, la proyección en la escuela de música se completó con una serie de diapositivas sobre escalada en la Aiguille Sans Nom, en Chamonix, con mil metros de desnivel. “La más dura que he escalado en Los Alpes”, decía Mikel Zabalza.
“¿Los próximos objetivos?”, preguntaban desde el público. La Antártida. Cruzar sus 3.000 kilómetros, de lado a lado. Un nuevo reto.