“El acordeonista Enrique Zelaia actuó durante el acto de entrega“
Con un nutrido público formado por amigos, familiares y autoridades, el encuentro comenzaba a las 12.30 en la plaza de Santiago con un aurresku. Una vez en el salón de la Mancomunidad, se iniciaba la entrega de la medalla de oro. La palabra la tuvo Koldo Viñuales, presidente de la fundación Irujo Etxea, quien dio el saludo a todos los asistentes. Sus palabras se intercalaban con la actuación de la coral Ereintza, que interpretó varias piezas.
Viñuales explicó por qué este año era merecedor Joxe Uliberrena de este premio. Según sus palabras, el etnógrafo y escultor ha sido un gran transmisor de la tradición vascuence a través de sus obras. “A pesar de los golpes que le dio la vida, ha sido capaz de levantarse manifestando en sus esculturas su rebeldía y sus ansias de libertad”, apuntaba Koldo Viñuales.
Museo en Arteta
Nacido en Azkoien hace 88 años, el premiado comenzó su formación artística en la Escuela de Artes y Oficios de Pamplona, completándola en París con una beca del Gobierno de Navarra. Entre sus obras destacan las esculturas de Sartaguda, Noáin y el museo en Arteta, en el valle de Ollo, donde se encuentran más de 10.000 piezas que recopilan la historia y costumbres del pueblo vasco. En Estella tiene una de sus obras ubicada en el patio de recreo de la ikastola llamada ‘Ikastum’. Además, el busto de Manuel Irujo, emblema de la Asociación, es también obra del artista.
Tras su introducción, Viñuales dio paso a Iñaki Perurena, premiado el año pasado. Admirador de Joxe Uliberrena y gran amigo, manifestó su orgullo por otorgar este premio al escultor. Perurena tuvo unas palabras de recuerdo hacia el padre del premiado, fusilado durante la Guerra Civil. “Tuve la suerte de conocerle y estuve poco tiempo con él, pero me enseñó a amar la tierra”, explicaba.
A lo largo de su intervención, el harrijasotzaile no pasó por alto la originalidad de Ulibarrena, que se debe al conocimiento del origen de la tradición navarra. Seguidamente, se levantó Joxe Uliberrena para recibir la medalla de oro y explicar el porqué de sus obras. Defendió la cultura navarra, la lengua vasca y manifestó estar en contra de las guerras y de su vinculación con la religión. “Seremos aldeanos, pero no somos cañoneros”, afirmó aludiendo a los conflictos perdidos en Navarra. “No habremos ganado ninguna guerra pero tenemos las manos limpias y la lengua también”, expresó ante las sonrisas de los oyentes.
El músico Enrique Zelaia, con su acordeón, dedicó una canción al premiado después de un relato de las hazañas que habían vivido juntos. Tocando el himno de las Cortes de Navarra terminó el acto para dar paso a la txistorrada popular en la plaza de Santiago, sin olvidar despedirse diciendo: “¿Qué es mejor, esos cañones que destruyen todo o este que está a mi lado?”, refiriéndose a Enrique Zelaia.
Título
Premios desde 2001
2001. José María Jimeno Jurío
2002. José María Satrústegui
2003. Pedro miguel Etxenike
2004. Gregorio Monreal
2005. Jean Harischelhar
2006. Idoia Estornés
2007. Pedro Antoñana
2008. Benito Lertxundi
2009. Juan José Agirre
2010. Petra Azpiroz Lazkano “in memoriam”
2011. Iñaki Perurena