La Procesión del Santo Entierro es el acto central de la Semana Santa y se pudo llevar a cabo con la participación de unas 450 personas. Este año la Hermandad encontró ciertas dificultades para reunir el apoyo de portadores que hicieran posible la Procesión. Días antes de su celebración, cuatro pasos – la Oración del Huerto, la Verónica, el Santo Entierro y La Dolorosa- estaban incompletos, sin embargo el esfuerzo de la Vera Cruz por reunir apoyos suficientes y que la Procesión desfilara íntegramente con sus nueve pasos.
Eran las ocho y media de la tarde cuando los tambores comenzaban a tocar y
abrían la Procesión, seguidos por el pregonero y los malditos y por el Antiguo Testamento y el Arca de la Alianza. Después, uno a uno, salían los pasos: la Oración del Huerto, el Cristo Atado a la Columna, el Ecce Homo, la Verónica, la Cruz a Cuestas, el Calvario, el Descendimiento, el Santo Sepulcro y la Dolorosa.
Todos ellos estaban intercalados por otros elementos de la Procesión, como son los niños con los atributos de la Pasión, los cuatro elementos –Agua, Tierra, Fuego y Aire- el centurión y soldados a caballo, el clarinero, la bandera de la Santa Vera Cruz, la presidencia, el manípulo de soldados romanos, la presidencia del clero y la banda de música para cerrar la comitiva.
Numeroso público se congregaba por las calles a su paso, a lo largo de todo un
recorrido que discurrió, como es habitual, por la plaza de los Fueros y por las calles Estrella, Estudio de Gramática, Navarrería, La imprenta, Chapitel, Julio Ruiz de Alda, Zapatería, Mayor, Baja Navarra y vuelta a la plaza de los Fueros. Una oración ante la iglesia de San Juan daba por terminado el acto, ya completamente de noche.
Desde la Cofradía, el prior, Roberto Hita, agradeció la participación lograda en la Procesión, en especial la de los portadores. La valoración era muy positiva. “Salió muy bien, a pesar de que tres semanas antes teníamos cuatro pasos claramente incompletos. Pero se consiguió gracias al esfuerzo de mucha gente, tanto jóvenes como personas de mediana edad”, decía. Hita destacó que, a pesar de las dificultades, otros pasos contaban este año con gran refuerzo, mayor incluso al de otros años.
La renovación se convierte ahora en la principal necesidad de la Hermandad, una vez terminada la Semana Santa. “Necesitamos buscar gente nueva y no confiarnos con que un año la Procesión está completa, porque posibles lesiones y las vacaciones que muchas personas necesitan en estas fechas pueden llevar a la situación de este año. Cada prior tiene que sondear su paso y entre todos hacer una valoración general. Este año se ha trabajado mucho, desde los medios de comunicación, las parroquias y en cada paso, pero hay que afrontar este tema de la renovación, incluidos los priores y la junta”, decía el prior de la Vera Cruz.
Traslado de La Dolorosa
El Traslado de La Dolorosa sigue sumando ediciones, desde que en 2014, el acto se recuperara y se realizara por primera vez tras décadas sin celebrarse. “La Dolorosa es un paso que tiene mucha tradición. La gente tiene a la Virgen en un lugar especial, sea la época que sea, y en la Procesión y en el Traslado, también”, destaca el prior.
A la misma hora que la Procesión, a las ocho y media de la tarde, pero del viernes anterior, el Viernes de Dolores, el paso de La Dolorosa abandonaba la iglesia de San Miguel para recorrer las calles que la separaban de la iglesia de San Juan, donde descansaría hasta el 30 de marzo. La Dolorosa estuvo arropada por otros elementos, como son las cruces parroquiales, la banda de tambores, el clarinero, la bandera y presidencia de la Veracruz, la presidencia del clero y la banda de música.
Numeroso público acompañó a la Virgen durante su recorrido. La gente se agolpó especialmente a la salida del Paso, en la plaza de San Miguel, y a la entrada de San Juan, así como a lo largo de la cuesta de la calle Imprenta, lugar privilegiado para verla pasar.
Al término del traslado, se realizó un pequeño acto en honor de La Dolorosa en el templo de San Juan. La peculiaridad de este acto fue el colorido que los cofrades de los diferentes pasos aportan con sus túnicas.
OTRAS CELEBRACIONES
TOQUE DE ‘CARRANCLAS’ EN LOS ARCOS.
Una de las tradiciones de Los Arcos en Semana Santa es el ‘Toque de Carranclas’, que se celebró en la tarde del Jueves Santo, 29 de marzo, en su décimo cuarta edición. Miembros de las diferentes cofradías arqueñas recorrieron las calles de la villa tocando las ‘carranclas’ o ‘carracas’, un sonido que anunciaba la celebración de los oficios. La peculiaridad de estos instrumentos es su realización en madera y reciben varios nombres según sus características como carracas de uno o de cuatro brazos, matracas de un mazo, de dos y de tres, matracones de un mazo, gallos, completas, caja o cajón. Imagen: Federico Ascorbe.
QUEMA DEL JUDAS EN NAZAR.
Nazar celebró la quema de Judas el domingo de Resurrección por la tarde, aprovechando la afluencia de gente que se acercó a la localidad a pasar las vacaciones de Semana Santa. Una docena de niños, con edades comprendidas entre los 4 y los 11 años, recorrieron las calles del pueblo al grito de ¡¡¡Judas!!! para recibir de los vecinos viandas y dinero con los que celebrar después una merienda en la sociedad Kostalera. Imagen: Ana Ibarrola.
