El blanco y rojo vistió Dicastillo durante seis intensas jornadas

El blanco y rojo vistió Dicastillo durante seis intensas jornadas

El municipio tuvo un agridulce inicio de fiestas, con motivo del décimo aniversario del accidente mortal que costó la vida de tres músicos de la txaranga Malatxo de Tafalla

El inicio de las fiestas de Dicastillo, celebradas del 27 de agosto al 1 de septiembre, tuvo un sabor agridulce. Dos discursos, ambos cargados de emociones, acompañaron el momento de apertura. Por un lado, el esperanzador y habitual deseo de unas felices fiestas por parte la cohetera, la concejal de Urbanismo, Inmaculada Hermoso Cía. Por el otro, las palabras de tres integrantes de la txaranga Malatxo de Tafalla, que desearon igualmente al pueblo unos gratos festejos y que recordaron con tristeza la pérdida de tres compañeros diez años atrás.

“El programa mantuvo los actos habituales y añadió un espectáculo de danzas tradicionales el último día“

Era el año 2003. La txaranga Malatxo se desplazaba hasta Dicastillo para participar con su música en las fiestas, cuando en un cruce del término se producía el fatídico accidente que se cobraba la vida de tres jóvenes y que marcaba un punto de inflexión en la trayectoria del colectivo. Diez años después, de nuevo en Dicastillo, varios compañeros dedicaron un breve discurso en su memoria, mientras el resto de los integrantes, desde la plaza, esperaban el sonido del cohete para, acto seguido, hacer lo que mejor saben hacer: impregnar de alegría al municipio y sus vecinos con la música. 

La txaranga no fue la única en recordar a los fallecidos. Dicastillo brindó también un homenaje en su honor una hora antes de iniciar sus festejos. La alcaldesa de Dicastillo, Mª José Sagasti, se refería al suceso de diez años atrás. “Fue muy duro. ¿Cómo compaginar la alegría de un día con tres muertes? Pero aun así el grupo ha seguido viniendo a tocar en cada chupinazo, los tres jóvenes siempre han estado en nuestro recuerdo y ya no podemos entender las fiestas sin la txaranga Malatxo”, explicaba. De hecho, el grupo fue protagonista en el cohete de 2008, y ha contribuido al ambiente de cada edición de las fiestas. 

Para los de casa

“Lo bueno de las fiestas de Dicastillo es que hay una alegría tremenda desde el primer día, y todo por sus habitantes. Son muy participativos, muy alegres, hay muchas asociaciones… el Ayuntamiento trabaja, pero queda en un segundo plano;  el verdadero protagonista y el que hace todo posible es el pueblo”, añadía la primera edil. En su opinión, uno de los actos estrella es el concurso de disfraces del jueves por la noche. Las cuadrillas no solo se visten, sino que también actúan. “Se ha convertido en algo de interés cultural local. Siempre estamos todos a la espera de ver con qué nos sorprenden. Suele ser temas actuales; el año pasado, por ejemplo, hicieron sobre las Olimpiadas, así que hombres vestidos con bañador hicieron ‘natación sincronizada”, ríe Sagasti.

En cuanto al programa, se mantiene apenas sin cambios, con la habitual paellada, la cena de cuadrillas o la comida popular en la plaza, que reunió hasta 700 personas. Como novedad se sumaban este año las danzas tradicionales del último día. “Pese a la crisis y los recortes en el presupuesto que iniciamos hace dos años, nunca nos hemos planteado quitar ningún día festivo, porque el programa gusta mucho tal como está. En todo caso, hemos añadido un acto, que es el de los dantzaris y los gaiteros, en un intento de no perder costumbres tan bonitas. Queremos que las fiestas estén compuestas por modernidad y tradición”, apuntaba Sagasti. Un detalle más a un programa pensado para todos los públicos, ya que cuenta con Día del Jubilado, Día de la Juventud, Día del Niño y Día de la Mujer. 

La fiesta en cifras:

6 jornadas festivas

130 horas de fiesta

Más de 50 actos programados

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La protagonista. Inmaculada Hermoso.

Inmaculada Hermoso Cía, concejala de Urbanismo y teniente de alcalde de Dicastillo, fue quien, por primera vez, dio inicio a las fiestas de la localidad. Aunque el protagonismo no fue solo de ella, ya que la txaranga Malatxo también dedicó unas palabras al pueblo y a los integrantes de su grupo, para después lanzar el resto de cohetes.

¿Cómo vivió el momento?

De manera muy emotiva, porque, además de dar inicio a las fiestas, coincidí con los integrantes de la txaranga Malatxo y su discurso. Creía que iba a llorar ahí mismo. Por otro lado, mientras lo lanzaba no dejaba de pensar en mis padres y mi hermana.

¿Lo imaginaba así?

Más o menos sí. Lo único lo de la txaranga, que me emocionó tanto, que no sé ni si se oyó bien lo que dije. Por lo demás, todo salió como esperaba: tenía pensado qué iba a decir, aunque al final cambié algo. 

¿Cómo compagina las obligaciones con el disfrute de las fiestas? 

La verdad es que se hace duro. Además de disfrutar con los amigos, la familia y demás, tienes que trabajar y estar en todas las actividades.

¿Qué tienen las fiestas de Dicastillo de especial?

El ambiente, sobre todo, y que la gente de fuera participa como si fuesen uno más del pueblo.

¿Qué es lo que más le gusta de estos días?

El cohete, más este año, porque es un momento en el que participo, pero también el Día de la Mujer y la procesión.

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