Respecto de las instrucciones, Consumo informa de que en el etiquetado deben aparecer, al menos, los siguientes datos: nombre y marca del producto, razón social y dirección del fabricante o importador o vendedor; advertencias de uso y restricciones de edad, en su caso, y especificaciones de la potencia máxima, tensión de alimentación que necesita y consumo energético en juguetes de funcionamiento eléctrico.
En cuanto a la marca CE, indica que debe comprobarse que el objeto la lleva, ya que ésta acredita que el fabricante o distribuidor garantiza que el juguete cumple con las exigencias esenciales de seguridad contenidas en las normas comunitarias.
Consumo aconseja también vigilar la presencia de las piezas del juguete que por su pequeño tamaño puedan suponer un riesgo para la seguridad, así como lo relativo a partes afiladas o bordes cortantes. Y a la hora de elegirlos, afirma que cuanto más educativos sean, mejor. Dado que el juego es una forma de aprendizaje, los juguetes tienen que servir para divertir a los niños teniendo en cuenta su madurez y edad.
A la hora de la compra, apuesta por priorizar los establecimientos que exhiben el distintivo de estar adheridos al Sistema Arbitral de Consumo, pues en caso de tener que reclamar podrá resolver su conflicto de forma amistosa, rápida y gratuita. Finalmente, consumo recuerda la necesidad de conservar siempre el ticket o la factura ya que es la garantía del producto y la posibilidad de solicitar las hojas de reclamación, tanto si es en un establecimiento comercial como a través de Internet, si no está conforme con la compra.
