
Ángeles Miquélez era soltera y tenía cinco hermanos más, de los cuales sólo viven ella y Santiago Miquélez. Fue hace un año cuando ingresó en la residencia. Mantiene un buen estado de salud. “Dice que no oye muy bien pero está muy bien. Tiene la cabeza muy despejada y eso es lo importante”, apuntó uno de sus sobrinos, José Luis Mangas Míquélez, vecino de Zaragoza.
La familia de la centenaria es conocida en Estella por la tienda de caza y pesca y de ajuste de piezas que regentaba su padre, Santiago Miquélez, en Estella. “Tenía una fragua y hacía piezas. Se encargaba del arreglo de los relojes de las torres de todo Navarra”, añadía el sobrino de la homenajeada. Ángeles Miquélez ayudaba en el negocio, aunque también se dedicó a hacer pantalones y arreglos de ropa, trabajó en servicio doméstico y vivió durante un tiempo en París.
Junto a los regalos de sus familiares, la centenaria recibió en la residencia un ramo de flores y una placa conmemorativa de manos de la alcaldesa, Begoña Ganuza. En la visita le acompañó la concejal de Servicios Sociales, Charo Hugarte. •