Andrea Barnó recogió el XVIII premio Estellés del Año

En torno a una treintena de personas disfrutaron de una comida, cortesía de Jesús Astarriaga, en la que Andrea Barnó fue la protagonista. Sentada en el centro de la mesa y acompañada por su novio, Koldo Leoz, y por su hermana, Blanca Barnó, estuvo arropada también por los otros cuatro candidatos finalistas; la alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza; el Estellés 2007, Carmelo Boneta, y otras autoridades e invitados, además de representantes de los medios de comunicación.

Aunque no consiguieron este año el premio, los finalistas fueron: José María Martincorena, párroco de San Pedro por su viaje de investigación sobre el obispo Patrás, cuya tumba se encuentra en el claustro de la iglesia; Josetxo Sánchez, en calidad de director de la banda de música de Estella; el atleta Gabriel Garín y el jugador del C.D. Osasuna Oier Sanjurjo. Todos ellos recibieron una placa en recuerdo de su nominación.

Vídeo-semblanza

A los postres de la comida dieron inicio los homenajes. Un vídeo recogía en imágenes y con locución una breve semblanza del que fuera organizador, junto con Jesús Astarriaga, del Estellés del Año durante varias ediciones, Luis Tobes. El vídeo abarcaba todas las facetas del estellés que bien hubiera merecido recibir algún año el galardón que defendía.

Su mujer, Resu Sesma, acompañada por sus hijos, Ibon e Íñigo Tobes, recogía los detalles que medios de comunicación, el artesano Carmelo Boneta, Estellés del Año 2007, la alcaldesa y la pintora local Yolanda Urrea, entre otros, tuvieron con la familia. Tampoco faltó el recuerdo para otros dos estelleses, ambos nominados a Estellés del Año 2007, Antonio Roa y Antonio Jordana, fallecidos el pasado año.

Tras el homenaje póstumo a Luis Tobes, la entrega del premio recuperaba el primer plano. Los candidatos finalistas recogían sus respectivas placas e insignias de la ciudad antes del momento estelar, cuando la nueva Estellesa del Año, Andrea Barnó, alzaba la escultura de Carlos Ciriza como si de una copa de reconocimiento a su carrera deportiva se tratara.

Transcurridos dieciocho años de vinculación al balonmano y a la S.D. Itxako, el 2008 era el mejor de todos. Su equipo realizaba la mejor de sus temporadas después de organizar en Estella la Copa de la Reina, disputar cuartos en la Copa de Europa, también en Estella, y ser semifinalistas en la Copa EHF. Además, Barnó era nombrada por primera vez por la Selección Española de Balonmano.

Fue precisamente en Macedonia, durante el Europeo de Selecciones, competición en la que España quedaba en segundo lugar, cuando Barnó se enteró de que ella había sido elegida Estellesa del Año. Aseguraba durante el acto de recogida de la estatua que fue una gran ilusión y que nunca se podía haber imaginado que ella pudiera ser escogida para un homenaje tan importante. “Por la repercusión de este premio, nunca me había visto a mí misma como candidata. Estoy muy contenta”, añadía la jugadora, quien tenía claro que iba dedicado a su familia y, en especial, a su hermana, Blanca Barnó, antigua jugadora de Itxako.