Antes de nada, ¡enhorabuena! ¿Cómo recibiste la noticia de que habías sido el ganador?
Con mucha alegría. Pensaba que tenía este concurso atragantado, pero claro, hay que tener en cuenta que ha habido carteles, en la historia de las fiestas de Estella, muy buenos. Ya hacía varios años que no me presentaba, aunque en el pasado lo hice en bastantes ocasiones, y este año parece que he acertado, pero creo que en cierto modo es una lotería.
Teniendo en cuenta el tema al que has aludido en el cartel, me imagino que serás aficionado a la música.
Siempre he estado vinculado al ámbito musical: de pequeño fui dantzari, he tocado la gaita, bailado los gigantes de la Ikastola… pero fue por casualidad que un compañero de trabajo me dijo que este año se celebraba el 25 aniversario de la Banda de música de Estella y me animé a plasmarlo en el cartel. Ya he recibido alguna felicitación por ello, y me enorgullece haber podido dar visibilidad a un elemento tan importante de nuestras Fiestas.
Por otro lado, no has querido representar el género de la persona de la imagen de forma clara.
No, aunque pueda parecer una mujer, no quería que fuese evidente. Tenemos que tener en cuenta que hay personas que no se identifican con un género concreto. Cuando en mi trabajo hemos tenido algún colegio como cliente, para los dibujos del baño, no los hemos catalogado de una u otra manera porque no todos los críos se definen. En mi dibujo, que cada uno haga su interpretación, aunque es cierto que quise darle matices socializados como femeninos para reivindicar el espacio de las mujeres en la Banda.
En cuanto a la elección de colores, formas, la técnica en general, tú eres un experto en la materia, ¿lo tenías claro desde el principio?
Quería poner un color que se saliera de los tópicos, aunque el color blanco y el pañuelico rojo con la estrella de ocho puntas tenían que aparecer como pincelada alusiva a Estella. Plasmé de una manera gráfica, limpia. Me gusta, siempre que puedo, hacer ilustraciones ya que vengo del dibujo, de los cómics. Siempre me tiran mucho los colores claros, planos y todo muy legible.
¿Crees que hay una distinción clara entre los trabajos realizados por ordenador y los trabajos a mano alzada?
Creo que no hay que darle ni más ni menos valor. Yo dibujo a mano, le saco una foto, lo paso al ordenador y lo redibujo por encima. Entonces, ¿dónde está el límite de lo que está hecho mano y lo que no? Finalmente, la diferencia es el medio de impresión.
¿Qué importancia le das al premio? ¿Crees que se podría utilizar el ejemplo de los niños, cuyo premio es dinero en material de pintura, para hacer algo parecido con el resto de categorías?
Después de tantos años habiéndome presentado, le doy mucha más importancia al orgullo de haber ganado que al premio económico: lo que verdaderamente me hace ilusión es ‘la honrilla’. Como alternativa al dinero, estaría bien que el premio fueran ‘vales’, por ejemplo. En el ya extinto concurso de murales el premio también incluía material, sería una opción.
¿Sabías que los ganadores de las tres categorías lleváis en el diseño el pañuelico?
No me había dado cuenta pero es lógico. No creo que sea casualidad. Cuando ves tantos dibujos, la mente ya te va condicionando y teniendo en cuenta que es un elemento tan significativo de las fiestas, tiene sentido que los tres vayan en sintonía.
Aunque suponga una competencia más dura de cara al próximo año, ¿qué consejo darías a un posible participante de este concurso?
Que tenga presente que es una lotería. Creo que es importante centrarse en que es un ejercicio creativo para ti y, ganes o pierdas, tienes que estar contento o contenta con la obra que realices.
CLAVES PARA GANAR
En cuanto a la valoración, Ander atribuye la victoria a la armonía espacial de su diseño, teniendo en cuenta que el color era la nota discordante. El estellica considera que para que un cartel sea ganador debe cumplir tres objetivos: legibilidad, comunicación y originalidad. “Puede que el jurado también haya tenido este criterio a la hora de decantarse”, apunta.
