La Casa de la Juventud María Vicuña es referente en Estella en cuanto a oferta de ocio y educación no formal dirigida especialmente a la juventud. La coordinación de los monitores de tiempo libre con las áreas municipales de Juventud, Igualdad y servicios sociales permite diseñar la oferta para la nueva temporada.
Es en septiembre, después del cierre del servicio durante el mes de agosto, cuando los técnicos prepararan la programación y se ponen a disposición de los usuarios para recoger sus demandas e intentar darles salida.
Explican los animadores de ocio y tiempo libre de la Casa, Oihana Beraza, Iñaki Ruiz y Eva Ponz, que en un primer momento se diseña una oferta que puede encajar con los gustos y necesidades de la población y que luego se va ampliando. Así, para este curso 2022-23, va a haber talleres de teatro, de técnicas de estudio, actividad físicas, de expresión corporal y artes plásticas, cocina, circo, baile y se va a volver a ofertar el curso de Monitores de Tiempo Libre, que se convoca con carácter bienal.
Las puertas de la Casa de la Juventud están también abiertas para la reserva de espacios que necesiten asociaciones y colectivos y comienzan a asistir jóvenes que se reúnen en grupo para hacer ya algún trabajo de los centros escolares.
Además de las actividades, la Casa se ofrece como espacio de reunión juvenil hasta los 30 años en su tiempo de ocio. Pueden hacer uso de las instalaciones y de sus recursos en el horario de la Casa: de martes a jueves, de 9.30 a 14 horas; de lunes a sábados, de 17 a 21.45 horas, y los sábados, de 11 a 14 horas. “Invitamos a los jóvenes a que vengan, a que hagan sus demandas y uso de la Casa”, apunta Oihana Beraza.
Es este nuevo curso cuando por fin el servicio pasa a recuperar su normalidad. Después de dos años de mascarilla y de limitaciones cuando se evitaba el contacto social, la Casa recupera su filosofía de espacio dirigido a la interrelación. “Vamos a poder dar importancia otra vez a las relaciones sociales, de una manera relajada”, añade Beraza. “Y cumplir nuestros objetivos y volver al trabajo educativo en coordinación con el área de Juventud”, completa Eva Ponz.
Iñaki Ruiz destacó que en los primeros días tras el cierre por vacaciones de la Casa María Vicuña se ha notado movimiento, síntoma de que los jóvenes tienen ganas de normalidad, rutina y actividades con las que llenar su tiempo libre.
