Tan sólo veinte personas están censadas en el pueblo. La presidenta del Concejo, Nerea Piérola Galdeano, es una de las vecinas más jóvenes. Ha crecido en el pueblo, aunque ahora, como su hermana, de 20 años, estudia en Pamplona. Junto a sus dos primos, mayores de edad, son las únicas personas jóvenes empadronadas en la localidad. Los fines de semana y en verano el ambiente en el pequeño pueblo cambia, llegan visitantes y también vecinos que viven en el entorno de Pamplona y de Vitoria, pero el invierno deja la cruda realidad.
“A mí me gustaría vivir en Ulibarri cuando termine de estudiar, porque es mi pueblo, pero es difícil la vida en los pueblos cuando dependes de un coche y del precio del gasoil. Necesitas desplazarte para comprar, para trabajar, para el ocio…”, explica la presidenta, que en las últimas elecciones tomaba el relevo de su padre, Javier Piérola, quien acumulaba tres décadas en el cargo. “En estos pueblos o nos implicamos todos, o esto se muere”, apunta la joven.
La tranquilidad caracteriza a la localidad que carece de servicios. Ulibarri cuenta con una sala concejil con sala multiusos que en su momento se equipó como ludoteca. No hay casas rurales ni actividad económica más allá de la actividad complementaria de cría de yeguas de la propia familia Piérola. La venta ambulante nutre a sus vecinos de pan a diario y semanalmente de fruta y congelados.
En cuanto a la salud, un día a la semana los vecinos acuden al consultorio de Galbarra y el resto de días a Mendaza y por urgencia, a Ancín. “En este aspecto sí que nos sentimos bien atendidos”, dice la representante concejil.
Otra cuestión, la conectividad, como ocurre en otros muchos enclaves rurales, representa el caballo de batalla. “Hoy en día sin fibra óptica los pueblos no pueden estar. Hablamos de despoblación en un momento en que se hace mucho teletrabajo. Aquí en Ulibarri estamos enfadados porque hay un proyecto de fibra para el valle que deja fuera a nuestro pueblo y a Narcué”, cuenta.
Ulibarri se sitúa al noroeste del valle de Lana y en su núcleo urbano destacan un edificio del siglo XVI y otros que en sus fachadas portan escudos de las armas del valle, de los siglos XVI, XVII y XVIII. También hay dos ermitas, Santa Lucía y San Cristóbal. Cabe mencionar también una fuente neoclásica de finales del siglo XVIII y el lavadero anexo, restaurado hace apenas unos meses por riesgo de hundimiento.
Ulibarri mantiene sus tradiciones: las fiestas en honor de Santa María la Real, el último fin de semana de agosto o el primero de septiembre, Santa Lucía, que se celebra en torno al 13 de diciembre con misa en la ermita y vermú en el pueblo y la romería a San Cristóbal, el último fin de semana de mayo.
DATOS
> Población. 20 habitantes censados.
< Altitud. 690 metros.
> Partido judicial. Estella.
> Municipio. Lana.
> Presidenta. Nerea Piérola (A.I. Ulibarri).
NO TE PIERDAS...
La ermita de San Cristóbal
En la sierra de Lóquiz, a un kilómetro y medio del núcleo urbano de Ulibarri, se encuentra esta ermita caracterizada por su ubicación en un paraje natural de gran belleza. El pueblo celebra romería a San Cristóbal el último fin de semana de mayo, un bonito día para el encuentro vecinal.