¿Viviste tu experiencia de película?
Aunque en cierta medida fue una película con una duración de dos meses, no se me hizo nada larga. Entre semana, como buen alumno ‘americano’, estudiaba en el campus para mejorar y aprender; los fines de semana, en cambio, aprovechaba para descansar y visitar algunos de los sitios más importantes de alrededor.
¿Te quedaste con ganas de más?
La Universidad de California en Berkeley tiene en su biblioteca todo lo que uno pueda necesitar. Me ha ahorrado horas y horas de investigación aquí en España. He podido acceder a documentos que son prácticamente imposibles de conseguir. Me hubiese gustado visitar algunos sitios más, como Las Vegas. Es una lástima que el nivel de vida sea tan alto en los Estados Unidos.
¿Cambia mucho el sistema universitario español del americano? ¿Qué es lo que más te llamó la atención?
Los sistemas universitarios español y americano son bastante diferentes. En España se ha infantilizado la universidad con las horas de asistencia obligatoria o los diferentes trabajos que hay que entregar a cambio de un porcentaje ridículo de la calificación total de las asignaturas. En la Universidad de California, que es de la que mejor puedo hablar, se favorece la interacción profesor-alumno y se le enseña a pensar. Los alumnos americanos estudian y aprenden a plantearse problemas e hipótesis y tratar de resolverlas. En España se valora más reproducir los apuntes que el profesor ha dado en clase.
Estás preparando la tesis, ¿qué aporta de nuevo tu línea de investigación?
Mi Tesis Doctoral versa sobre la tiranía de los Pisistrátidas, que es una familia de tiranos que gobernó Atenas de forma prácticamente ininterrumpida desde el 561 a. C. hasta el 510 a. C. Todavía no sé hasta qué punto el trabajo que terminaré dentro de cuatro años será innovador, pero es una línea de investigación que apenas ha sido trabajada, especialmente en España, donde carecemos de cualquier monografía referente al periodo que precede a la primera democracia de la historia.
Durante tu estancia, Estados Unidos celebró sus elecciones presidenciales. ¿Cómo viviste el momento y cómo se vivió todo el proceso en la calle?
Las elecciones en Estados Unidos no son como en España. Aquí el nivel de abstención es bastante alto, en torno al 30-40%, pero es que en Estados Unidos apenas vota un 40% de la población. Además es optativo inscribirse en el censo, por lo que muchos incluso se olvidan de votar. En el ambiente universitario, especialmente en el campus, la atmósfera era diferente. Ya los días previos al 9 de noviembre había asociaciones de demócratas y republicanos que trataban de convencer a algunos alumnos para que se apuntaran al censo.
“Al día siguiente de las elecciones presidenciales la sensación en el campus era como de ‘atentado nacional’”
Tuve la oportunidad de vivir las elecciones en la casa de una amiga demócrata junto a varios de sus amigos. California es un importante bastión demócrata, y Hilary Clinton barrió esa noche. La esperanza de que ganase se fue manteniendo hasta el final, pero hubo que aceptar la realidad. Al día siguiente había una sensación como de ‘atentado nacional’. Se hicieron fuertes manifestaciones en el campus, especialmente por compañeros mexicanos que veían peligrar su futuro en los Estados Unidos.
Como joven universitario, ¿cómo ves tu futuro?
Complicado. La competencia es bastante dura, es algo que he podido comprobar de primera mano en la Universidad de California, donde hay gente que apenas sale de la biblioteca. Aquí en España no somos tan agresivos, pero es importante estar muy atento a todas las becas que puedan salir. La carrera universitaria es una maratón de fondo, así que es importante tomarse las cosas con calma y paciencia.
¿Tu futuro te lo imaginas en casa o fuera?
Por ahora me gustaría quedarme en España. Me gusta mucho cómo se vive aquí, nuestro nivel y calidad de vida. Si no me quedara otro remedio que emigrar, lo haría sin dudarlo, hay gente que con apenas veinte años se queda en su zona de confort y, por miedo o pereza, no sale de ella jamás. Las experiencias diferentes nos hacen crecer como personas, pero cada uno decide si quiere mejorar o no.
Lo mejor
El Campus. Tienen unas infraestructuras increíbles. Es normal, por otro lado, que se las puedan permitir, si el precio de un máster en esta universidad, por ejemplo, ronda los 170.000 dólares.
Lo peor
El precio del alquiler. Berkeley está situado en plena bahía de San Francisco, donde Google tiene una de sus sedes principales. Muchos de sus trabajadores, que cobran en torno a 15.000 dólares al mes, se desplazan a esta ciudad para residir al ser más barata que San Francisco, lo que provoca que el precio de los alquileres suba mucho para los estudiantes.