TIERRA ESTELLA GLOBAL – Sara Almendros – Dublín

Sara Almendros, de 28 años, asegura que Dublín la tiene prácticamente conquistada, excepto por el clima triste y lluvioso. Destaca el ambiente cosmopolita y la oferta cultural de su nueva residencia y la define como un buen lugar para probar suerte, principalmente en los sectores de la Hostelería y la Informática.

¿Qué razones te llevaron a cambiar Estella por Dublín?
Sobre todo quería mejorar mi nivel de inglés, encontrar un trabajo estable y empezar una nueva vida.

¿Está siendo una experiencia positiva?
Sí, conocer otro país es algo enriquecedor. Aprendes a manejarte en ambientes y situaciones nuevas. Dublín es una ciudad muy cosmopolita en la que vive mucha gente de diferentes países y culturas.

Para la gente que esté pensando en salir fuera, ¿cuáles son las dificultades que se presentan, o en tu caso fue fácil dar el paso?
El idioma, principalmente, y estar lejos de los tuyos, la familia y los amigos.

Mucha gente opta por Irlanda, por el inglés y por la relativa cercanía. ¿Cómo está la situación para encontrar trabajo? ¿Es un buen destino para probar suerte?
En Dublín es relativamente fácil encontrar trabajo, siempre y cuando tu nivel de inglés sea aceptable, y dependiendo de la cualificación. En el resto del país la situación está un poco mejor que en España, pero es complicada igualmente.

¿En qué campos es más fácil encontrar trabajo?
En el sector de la Informática y también en el de la Hostelería.

¿Te ha costado encontrar trabajo?
No me costó mucho. Al principio estuve de au pair. Vivía con una familia a cambio de hacerme cargo de sus hijos y del cuidado y limpieza del hogar. Este tipo de trabajo suele ser remunerado, pero mi objetivo por aquellos días era estudiar, así que llegué a un acuerdo con la familia por el que, en vez de cobrar, disfrutaba de horas libres, las cuales las dedicaba al estudio. A los meses encontré trabajo en Dublín, en un off licence-café-deli. Actualmente trabajo en un pub de cerveza artesana. Di con el primer trabajo en el momento oportuno. Tuve suerte, la verdad, hizo un poco el papel de rompehielos y después me fue más sencillo cambiar adonde estoy ahora.

Para muchas personas el inglés es la asignatura pendiente, ¿la clave está en la inmersión y en la supervivencia?
No. La clave está en el esfuerzo y la constancia. Claro que ayuda, pero hay que esforzarse. La supervivencia hace que te saques las castañas del fuego. Vivir inmersa en el ambiente hace las cosas más fáciles en el sentido de que eso es lo que hay, te adaptas o te adaptas. O sea que la situación te fuerza a aprender inglés, pero al mismo tiempo tienes que estudiar porque no es fácil, sobre todo al principio.

¿Un día cualquiera en el Dublín de Sara Almendros?
La verdad es que hago una vida muy normal. Cuando no estoy trabajando voy por ahí con los amigos, al cine, a bailar… La oferta cultural de Dublín es bastante amplia. Siempre hay lugares que visitar, exposiciones, conciertos…

¿Cómo describes la ciudad?
Tiene encanto. Honestamente, me costó unos cuantos meses descubrirlo, la lluvia tuvo algo que ver… pero al final casi me ha conquistado. Es una ciudad relativamente pequeña, a mí me parece acogedora. La gente es muy abierta y muy maja. No somos tan diferentes, al fin y al cabo.

Después de tres años, ¿te ves de vuelta en Estella?
Siempre vuelvo, al menos por fiestas.

¿Cómo se viven tus orígenes desde la distancia? ¿Qué echas de menos?
La familia, sin ninguna duda, y los amigos. Tu gente. La comida también, nadie cocina como la abuela Lourdes.

¿Animarías a la gente a dar el paso y salir fuera?
Sí que animaría a la gente a dar el paso. Si las cosas no van bien o como se esperaba, siempre se puede volver.