La obra habla sobre las dificultades de un mundo, el de las artes escénicas, altamente competitivo y en el que sólo ganan unos pocos. En este caso, ganaba el equipo, y levantaban el galardón que entrega la Sociedad General de Autores y Editores.
‘Danzad Malditos’ se representó el año pasado en Madrid y ha rotado por muchos otros escenarios, como lo seguirá haciendo a partir de septiembre. Luis Ulzurrun asegura que el premio es una recompensa a un trabajo con el que ha aprendido mucho.
¿Cómo nace el espectáculo ‘Danzad malditos’?
Es el primer proyecto de la compañía ‘Malditos’, un grupo de once actores que se conocieron en un curso que dirigía Andrés Lima. Estaban todos sin trabajo y decidieron formar la compañía para el montaje de sus propias obras. Deciden contactar con el director Alberto Velasco, muy de moda en Madrid, y Alberto me llama a mí como ayudante de dirección. Así que leí el libro y me vi la peli para ponerme a trabajar.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de la obra, cómo lo has vivido?
Ha sido un año y un proceso mágico. ‘Danzad malditos’ no es una obra de teatro convencional. Cuenta una historia en directo, en la cual los actores se someten a una serie de pruebas eliminatorias reales, con la importancia de que no pacten entre ellos, porque eso sería engañar al público. Realizan pruebas de esfuerzo, de azar, pruebas físicas, todo lo que ocurre en el escenario es verdad y lo único que todos los actores conocen es el hilo argumental. Finalmente el ganador lo elige el público y, por todo ello, cada función es única.
¿Cómo ha sido tu carrera hasta llegar aquí?
Cuando terminé los estudios me especialicé en teatro. Durante todo este tiempo he bailado, he actuado, aunque no es lo mío, y prefiero estar detrás. He estado en producciones de espectáculo, he llevado la gestión de un teatro, he hecho dirección y sé cómo funciona, también he servido copas, he acomodado a la gente, he sido técnico de luz, de sonido… En este mundo hay que saber de todo, por lo que te pueda tocar.
¿Qué ha supuesto para ti formar parte de este proyecto ‘Danzad Malditos’?
Ha sido muy importante el crecimiento profesional. Todo lo que implica trabajar a este nivel y junto a Alberto Velasco. Pienso que para saber hacer una cosa hay que hacerla. Puedes tener conocimiento previo, sí, pero aprendes haciendo.
¿Qué supone este premio?
Te sientes bien, valorado por todo el trabajo que hay detrás como ayudante de dirección, una función que no se ve tanto como la del director, el escenógrafo o los actores, que dan la cara. Es un reconocimiento a todo este esfuerzo, el propio y el de todo el equipo. El premio anima muchísimo a seguir.
¿Disfrutaste de la gala de entrega, cómo fue?
Fue muy emocionante. Estábamos nominados a dos categorías, ‘Mejor elenco’ y ‘Espectáculo revelación’. Recuerdo que nos sentamos arriba y cuando nos nombraron bajamos todos corriendo. Te acuerdas de la familia sobre todo. Fue muy bonito.
¿Qué momento vive el sector de las artes escénicas?
Convulso. Un momento difícil. Sobra decir que con un 21% de IVA no se puede trabajar. En Madrid se suma, además, que hay muchísima oferta de todo tipo. Oferta de micro teatro, de medio formato y de teatro más profesional, en este caso hablamos de 500 o mil butacas. A veces tanta oferta y tanta sala hace que se considere todo de la misma calidad, y hay de todo. Yo pienso que sería mejor menos salas y menos compañías en vez tanta multiprogramación que sólo busca el beneficio de los teatros y que afecta a la cultura teatral.
¿Ocurre en cierto modo como en vuestra obra, ‘Danzad Malditos’?
La obra está ambientada en los años 30 y va dedicada a los perdedores, a los actores que se quedan en el camino. De hecho, los ganadores en la función se van a la calle y en el escenario se quedan en perdedores. Los textos hablan de lo que cuestan las cosas; que de veinte, 18 se quedan detrás y no se les ve, y es un homenaje a todos ellos. Esta realidad sigue hoy viva en el sector. Es lo que les pasó a los actores de la obra, no tenían proyectos y trabajaron en lo que fue necesario para poder pagar la producción.
¿Cómo ves tu futuro?
Pues no lo sé, pero la verdad es que me ha venido todo trabajando. He trabajado mucho y una cosa ha ido llevando a la otra. En este mundo hay que estar en todos los sitios, hay que tomar copas para ver a la gente, para que te vean, para decir ‘hola, soy Luis Ulzurrun, quiero trabajar’. Hay que estar en las redes sociales, en los bares y en las salas de teatro. Hay que estar. Esa es la clave.