Acompañados por los txistularis, los trikitilaris y los acordeonistas, la comitiva realizó varias paradas para cantar, golpear los makilas y tirar las txapelas al aire durante un itinerario que discurrió por la plaza de la Coronación, las calles San Andrés, Baja Navarra y Mayor, la plaza Santiago, Calderería, plaza de los Fueros, calle Comercio, Mayor, Baja Navarra, San Andrés y vuelta al patio por la plaza de la Coronación.
Santa Águeda de Catania fue una virgen y mártir del siglo III, según la tradición cristiana. Su festividad se celebra el 5 de febrero. Según dice la leyenda, el volcán Etna hizo erupción un año después de la muerte de la Santa en el 252 y los pobladores de Catania pidieron su intervención logrando detener la lava a las puertas de la ciudad. Desde entonces es patrona de Catania y de toda Sicilia y de los alrededores del volcán e invocada para prevenir los daños del fuego, rayos y volcanes. A Santa Águeda se le considera también protectora de las mujeres.