¿Cómo valoras la temporada que justo has terminado?
Ha sido una temporada muy satisfactoria. He ganado ocho carreras y estoy contento por el rendimiento que he tenido durante todo el año.
Ha llegado la recompensa, con el salto a profesionales, ¿qué supone para ti?
Es un giro a mi vida. Una experiencia que aún no sé cómo la voy a afrontar, pero solo por el calendario internacional va a ser todo distinto y voy a competir al nivel máximo.
¿Te planteas también un cambio de residencia? ¿Es necesario un traslado a Italia?
La estancia dependerá del calendario, que aún no lo conozco, aunque lo más probable es que continúe viviendo en Estella y que me desplace en avión a las distintas pruebas. Me va a tocar viajar y, en caso de necesitarlo si las pruebas son seguidas, me quedaría allí. Los entrenamientos los haré en casa. Tierra Estella es un buen lugar, excepto en determinados objetivos, cuando tenga que entrenar en altura.
¿Cómo te imaginas esta nueva etapa? ¿Ves posibilidades de participar en el Giro?
Va a ser una temporada difícil, pero voy a apostar por lo más alto. Voy a ser ambicioso. Ojalá pueda estar en el Giro. Lo que ocurre es que el equipo no conoce todavía a los nuevos y tienen que ver cuál es nuestro nivel para mandarnos a unas carreras o a otras. Está claro que van a ser dos años de aprovechar al máximo para aprender, para encontrar mi sitio; me costará un poco.
Estar en Estella, ¿te permitirá compaginar el ciclismo con los estudios?
Estudiar será más difícil, porque lo que tengo ahora con el ciclismo es un trabajo. Me va a suponer dar un paso más en los entrenamientos, va a ser todo más exigente.
¿Cómo es tu nuevo equipo, el Southeast? ¿Qué diferencias encuentras entre el ciclismo que se practica en Italia y el que has conocido hasta el momento?
El Southeast es un gran equipo, un equipo fuerte que corre todas las carreras de la máxima categoría. En cuanto al ciclismo en Italia, por lo que pude ver durante unos días de competición con el Cafés Baqué allí, es más internacional y muy habitual que en un mismo equipo estén corredores de diferentes países. Por ello tiene un gran nivel competitivo.
¿Te habías imaginado alguna vez que llegaría este momento?
Hace unos años lo veía muy lejos, de hecho no pensaba en ello. A medida que he ido madurando y creciendo como ciclista lo he visto más cerca, hasta que este año lo he tenido al alcance de mi mano. La verdad es que hace cuatro años no me lo imaginaba.
El pasado mes de julio lograste una de las victorias más importantes de tu trayectoria, la Volta a Portugal do Futuro, la más importante de este país, ¿cómo viviste el momento?
Lo viví con muchísima ilusión. Conseguir el triunfo de esta carrera ha sido muy emotivo porque poco antes de ir a Portugal murió mi abuelo. Al principio pensé en no competir, pero al final lo hice y gané, saqué fuerzas por él. Le dediqué el triunfo.
¿Cómo fueron tus inicios en el ciclismo?
Empecé a practicar el ciclismo con 13 años, en el Club Ciclista Estella. Allí estuve hasta la categoría de Juveniles. Luego pasé a élite sub-23, al equipo Seguros Bilbao. Esta temporada he militado en un nuevo equipo vizcaíno, el Cafés Baqué. Mi afición comenzó porque veía a mi hermano Ander, también ciclista, y poco a poco me fue gustando cada vez más. Me he enamorado de este deporte.
Para llegar a lo más alto, ¿qué crees que es necesario?
Tener los pies en el suelo y algo de fortuna. Junto a esto, el trabajo diario es imprescindible.
¿Cuál es tu sueño como ciclista?
Vivir de este deporte los máximos años posibles,
Título
Las grandes figuras de Julen Amézqueta
El mejor ciclista del momento. “Froome. Además de por su rendimiento, por su forma de ser. No trata mal ni a los periodistas ni al público, no me explico por qué la gente le hace feos”.
El mejor ciclista de todos los tiempos. “Lo tenemos en casa, Induráin. Sus triunfos me quedan lejos pero destaco su nobleza y su compañerismo cuando dejaba victorias para otros rivales. Me gusta por su carácter. Además, corro con su hijo en muchas carreras”.