Las fiestas de Estella son para la banda la gran prueba delante de un público, el de casa, que lleva dos años esperando una nueva edición de la semana de blanco y rojo. El director, Isaac Irimia Roa, explica que, con unos cuarenta músicos, la Agrupación Unión Musical Estellesa saldrá a las calles con todas las ganas. “Estamos muy contentos de volver y poder enseñar nuestro trabajo. Además lo hacemos con la perspectiva que nos ha dado este parón de dos años, durante el que nos hemos dado cuenta de que la banda es mucho más y que puede hacer cosas diferentes en otros momentos”, explica Irimia en referencia, por ejemplo, a las visitas a residencias, la grabación de vídeos y la modificación de repertorios para conciertos que han puesto en práctica en los últimos tiempos.
Pero las fiestas se han echado mucho en falta. “Sobre todo la conexión que se crea entre la gente. En Estella las fiestas son muy plásticas artísticamente y sirven para tender puentes y relacionarnos. Me gusta mucho ver a la gente relajada y disfrutando, por ejemplo, de las actuaciones de la banda”, añade el director, de 30 años.
¿Qué no se va a perder Irimia estas fiestas, al margen de sus responsabilidades con la batuta? Asegura que “chapurreará una Era”, disfrutará de alguna comida familiar e incluso le encantaría poder sacar algo de tiempo para relajarse cocinando un poco en casa.
