ENTREVISTA. JAVIER CORRES BENGOECHEA. “Este libro trata de situaciones en las que el ser humano deja de serlo”

¿De qué trata ‘Estación el Seco’?
Trata de las situaciones límite. De esas situaciones en que el ser humano deja de serlo. Narra la historia de un periodista que al tener noticia de que un compañero de periódico ha sido secuestrado en México, se da cuenta de que debe intervenir, por su relación personal y como periodista. Va a México a ver qué ocurre y lo hace a través de una persona, real, el Padre Alejandro Solalinde, jesuita que se ocupa mediante una red de albergues, Ángeles del Camino, de que el vibrante trasiego a Estados Unidos no caiga en manos de la mafia. El periodista va descubriendo que su compañero había escrito crónicas sobre el tráfico órganos, mayormente de niños que han sido secuestrados. Entra en una dinámica muy extraña que le traslada al mundo del horror.

¿Cómo surge esta novela y por qué este tema: el tráfico de órganos humanos?
Surge porque me impresionaba mucho la muerte de periodistas que se produce en México y decidí investigar un poco a ver qué ocurría. Vi entrevistas al padre Solalinde y me puse en contacto con él. Hablamos y me fue descubriendo verdaderos horrores, como el tráfico de órganos. Por un lado, esta situación de jóvenes que se convierten en manos ejecutoras, y por otra, el papel de médicos, personas formadas y con una ética, que es más difícil entender que se presenten a esta criminalidad. Intentar entrar en esas mentes ha sido un reto para mí.

¿Qué supone la publicación de este libro?
Para mí es importante. Es una editorial pequeña pero se ha hecho eco de un libro que, pese a la denuncia y los hechos terroríficos, ofrece una gran potencialidad literaria. He procurado que prime la palabra como concepto, porque la palabra contiene lo que sabemos y lo que ignoramos, permite que el ciudadano esté informado de la realidad de los hechos, y por la reflexión que provoca.

¿Por qué se lo recomiendas al lector?
Es un libro que atrapa porque la columna vertebral es la narración de un secuestro y se va desarrollando con pautas literarias. Arrastra a la necesidad de conocer el final y posee cadencia musical y poética a pesar de la dureza de la historia, que al mismo tiempo, es muy sanadora.