““En Fiestas y Navidad la gente se vuelve loca por CM””
Atrás han quedado los fotolitos, que había que montarlos antes de imprimir, como historia es también la impresión en blanco y negro. Las nuevas tecnologías aplicadas a las artes gráficas han permitido el avance, sobre todo, mediante la implantación del sistema CTP: las planchas son copiadas por máquinas manipuladas directamente desde un ordenador, mejorando el sistema tradicional de copiado que hasta el momento se hacía por medio de los fotolitos.
En la actualidad, la revista está terminada en un tiempo récord. Un número ordinario de CM supone entre doce y trece horas de trabajo en imprenta, frente a las ochenta horas de un número especial, que cuadruplica, e incluso quintuplica la paginación.
La impresión de Calle Mayor se estructura en cuatro fases, que abarcan desde la pre impresión hasta el grapado y embalaje.
1. PRE IMPRESIÓN.
El proceso de impresión comienza con los preparativos en montaje. Es aquí donde se preparan las planchas, una especie de revelado de las páginas de la revista sobre planchas metálicas. En una revista ordinaria, de 48 páginas, se preparan 24 planchas.
2. IMPRESIÓN.
Ya en el taller de impresión, las planchas se introducen en la máquina, una Heildelberg Speedmaster, formada por ocho cuerpos, o rodillos, que equivalen a los cuatro colores de impresión CMYK (Cian, Magenta, Amarillo y Negro). Los pliegos de papel entran blancos y salen impresos por las dos caras en cuatricomía. Los tres pliegos se corresponden con las 48 páginas de Calle Mayor. El impresor se encarga en la mesa de control de supervisar diferentes aspectos, como la tonalidad. Si ésta es buena, se lanza la impresión de las 4.000 copias de los números habituales.
3. PLEGADO.
En esta máquina, los pliegos extendidos se pliegan y la revista va cobrando forma. Generalmente, se espera a que la máquina de impresión haya imprimido las 4.000 copias para iniciar esta nueva fase. Antes del plegado, conviene esperar también dos o tres horas para que sequen las tintas.
4. GRAPADO.
El último paso consiste en el grapado y en el corte del papel sobrante para adaptarse a las medidas de la revista. Directamente de la máquina grapadora, los ejemplares de CM se embalan en cajas para facilitar la distribución al repartidor. Y de ahí, a sus manos.
Reparto
Penúltimo eslabón de la cadena. El repartidor Juan Andrés Alonso Martínez distribuye Calle Mayor entre los comercios y las empresas anunciantes, en Estella y la comarca. Su trabajo está automatizado. En once horas -dieciocho en los números especiales-, entre el viernes y el sábado por la mañana, todos los anunciantes reciben sus ejemplares.
Alonso distribuye cada quincena cerca de 4.000 revistas. A 6.000 aumenta la tirada en Fiestas y en Navidad. Al cabo del año, entre los 23 números ordinarios y los dos especiales, el repartidor entrega nada menos que 100.000 ejemplares. El peso no es baladí. El trabajo colectivo de CM se traduce al año en 615 kilos de papel y contenidos de un número normal, frente a los 3.500 kilos de un número especial.
No hay secretos para el repartidor en su tarea quincenal. Su máxima es evitar las horas punta para ganar agilidad y que los comercios reciban la revista cuanto antes. En su opinión, CM es una revista muy esperada. “Tiene muy buena acogida, sobre todo en Estella, pero también en los pueblos. En Fiestas y en Navidad la gente se vuelve loca, sobre todo si ya la han comenzado a ver por ahí”.
En defensa de una buena convivencia, Juan Andrés Alonso tiene una premisa: “Nunca doy un ejemplar en mano. La revista no llegaría a las tiendas”.
