VILLANUEVA, Acceso directo al pantano

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El pequeño concejo de Villanueva dispone de un servicio de biblioteca 

con préstamo

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El verde turquesa del pantano contrasta con el ocre de los campos en plena temporada de cosecha. El emplazamiento del concejo de Villanueva, al este del valle y desde una altura que ronda los 600 metros de altitud, es privilegiado. Desde diferentes puntos o miradores de la localidad se disfrutan amplias panorámicas del valle de Yerri y del vecino valle de Guesálaz. 

La carretera de dos kilómetros que da acceso al pueblo, desde la arteria principal del valle, permite disfrutar de los campos de cereal, ahora en tonos amarillos, salpicados del verde intenso de las piezas de vides; y, al frente, hipnótico, atractivo como un imán para la mirada, el cambiante color, a veces más azul, otras más verdoso, del embalse de Alloz. Indudablemente la vida del pueblo está ligada al pantano. Tres son las zonas de baño que sus vecinos distinguen en su término: el ‘cascajal’, ‘Argein’ y ‘Bastabedi’. 

Aunque Villanueva se llena de vida en verano, el despoblamiento de los pueblos del valle preocupa a los vecinos. “En invierno vivimos poca gente y la media de edad es alta. Solamente dos niños en edad escolar viven a diario en el pueblo”, explica la presidenta del Concejo, Begoña Cañada Zorrillas. Sin embargo, los vecinos hacen todo lo que está en su mano para disfrutar de la vida tranquila del pueblo.

“La sociedad es lo que más une. En verano sacamos las mesas y estamos a la sombra en la terraza. Y todos los sábados del año hacemos cenas”, explica el vocal del Concejo, Miguel Ángel Nuin Ciriza. Además, apuntan, Villanueva es un pueblo con inquietudes, y mantiene, con la colaboración de la capital del vale, Arizala, su propia biblioteca. “Funciona muy bien, sobre todo en verano. Tenemos servicio de préstamo y los libros se cambian periódicamente con otros de la biblioteca de Arizala. Es muy cómodo”, añade la presidenta. 

La mejora de la calidad de vida de los vecinos y el mantenimiento del pueblo son los principales inquietudes de los miembros del Concejo. Durante la pasada legislatura, en Villanueva se cambiaron las redes y se pavimentaron las calles principales. No obstante, todavía quedan calles pendientes para ejecutar en 2012, aprobadas por el Plan de Infraestructuras Locales del Gobierno de Navarra. También se arregló el camino al cementerio y se renovaron la mitad de las farolas del pueblo. Pendiente está, igualmente, el resto de luminarias, con tecnología micro-led. Tampoco hay que olvidar los arreglos que en auzolán se hicieron en el tejado de la iglesia. 

La iglesia de San Esteban, con gran porte, se erige en el centro del núcleo urbano. Su pórtico barroco y un palacio antiguo de piedra de sillería justo en frente conforman uno de los rincones con más encanto del concejo. En el interior de la iglesia tiene gran valor el retablo mayor, de estilo plateresco y realizado en 1564. 

La actividad económica de Villanueva la forman una casa rural, una explotación de porcino y dos agricultores dedicados al campo como actividad principal. Excepto el consultorio médico, los servicios los encuentran los vecinos en Estella, distante quince kilómetros, o en la capital navarra.

Las fiestas patronales se celebran el segundo fin de semana de septiembre; las pequeñas, después de Semana Santa y en julio se mantienen viva la romería a San Cristóbal. La Semana Santa tiene también gran importancia en la localidad. Cinco son los pasos que los vecinos sacan a las calles en procesión en la tarde noche del viernes Santo. De hecho, Villanueva es el único pueblo del valle con su propia procesión.