De vacaciones en Artavia, Valerio Zudaire explica la importancia del agua en los cerca de 24 pueblos que los misioneros salesianos atienden en esta región al norte de Togo, a 800 kilómetros de la costa y en la frontera con Burkina Faso y Ghana. “Estamos en la sabana, sin monte ni riachuelos. Solamente llueve tres meses al año y el resto del año el clima es muy seco. Son pueblos sin luz ni agua y las mujeres tienen que desplazarse largas distancias para traer agua al pueblo, desatendiendo con ello su educación”.
La construcción de pozos en los pueblos les acerca al agua, les permite cultivar alguna hortaliza, criar algún animal para su consumo y, lo más importante, permite a las niñas acudir a la escuela para su alfabetización. “Hemos construido en estos últimos siete años 20 pozos, y en cada pueblo hemos levantado un pequeño cobertizo que hace las veces de escuela donde enseñamos el catecismo y a leer y escribir. En el recreo las niñas llevan el agua a sus casas y cuando vuelven a la escuela continúan aprendiendo”.
Cada pozo tiene un coste medio de 6.000 euros, aunque el presupuesto depende de la profundidad a la que se encuentre el agua y del tipo de terreno que haga más fácil o más difícil su perforación. “Se hace rápido, porque se implican los hombres de los pueblos y ven que es muy necesario”, añade Zudaire.
Después de unos días de descanso y reencuentro con su familia en Artavia, Valerio Zudaire regresa a Togo en julio para continuar con su labor. Su experiencia no es la única en África. Antes de recalar en Togo, el misionero pasó 18 años en Mali.
Título
Financiación
El salesiano Valerio Zudaire consigue financiación para la construcción de pozos a través de organizaciones y organismos oficiales y a través de la colaboración de entidades y de particulares. Durante su visita a Tierra Estella, presentó el proyecto a Mancomunidad de Montejurra en busca de apoyo para su labor.
Los interesados pueden también colaborar y para ello se facilita un número de cuenta de Caja Navarra: 2054/0001 95 913846357.