Los Reyes Magos pasaron por Estella para saludar a los niños y niñas

“En torno a mil kilos de caramelos se repartieron durante el recorrido de la cabalgata de Reyes “

Los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, fueron ayudados en su costosa tarea por los estelleses Josean Díaz de Cerio, Ángel Grimal y Carlos López, respectivamente, quienes antes de entrar en cada casa repartieron en torno a mil kilos de caramelos para alegrar y endulzar la espera de tan importante acontecimiento. Pero a los Reyes no sólo se les vio en la cabalgata, sino que a lo largo de la jornada del 5 de enero visitaron diferentes centros de Estella: el hospital García Orcoyen, el centro Oncineda, el geriátrico La Luz y las residencias Santo Domingo y San Jerónimo.

El día anterior los Pajes Reales recogieron todas las cartas que los niños enviaron a los Magos de Oriente. Aimar Alén, de 5 años, acompañado por Iranzu Chandia, de 9, fueron a entregarles sus cartas. Aimar Alén contaba, con la ilusión previa a la gran noche, que este año había pedido un helicóptero, un juego de indios y vaqueros y otro de magia. Esperaba que le trajeran todo y aseguraba que se iba a portar bien y que pronto se iría a la cama para dejar trabajar a los Reyes. 

La cabalgata empezó con buen tiempo, el frío no era muy acusado, y la lluvia no hizo presencia a diferencia del año pasado cuando fue protagonista. La Banda de Música de Estella abría camino por las calles de la localidad, seguida de los txistularis del grupo Padre Hilario Olazarán, los Gaiteros de Estella y Deierri, los dantzaris de Ega y Larraiza y, por supuesto, las tres carrozas de los colegios, la carroza del colegio de odontólogos y, por último, los bomberos con su camión-escalera.

Doscientos escolares

Los colegios, como cada año, pusieron la nota de color y trataron temas diferentes en sus carrozas. Los alumnos del colegio Remontival, el primero en el orden de la comitiva, se disfrazaron de estrellas. La idea se basaba en el recorte de alumbrado navideño que ha sufrido Estella durante las navidades. Los niños quisieron paliarlo con sus luminosos disfraces y su carroza. Santa Ana decidió organizar una coral para llevar la música por toda la ciudad. Portaron instrumentos, como panderetas y cascabeles, que hicieron sonar durante el recorrido. En tercer lugar salió el Mater Dei, que hizo realidad la idea de una alumna, Naia Sánchez, 7 años, de vestirse de cartas para los Reyes Magos.

La carroza de los odontólogos lució la figura del Ratoncito Pérez en cabeza y repartió caramelos sin azúcar, pasta y cepillos de dientes, además de monedas de chocolate para quienes mejor se habían portado. Los bomberos, con su camión-escalera, tampoco faltaron a la cita. Este año, por segunda vez, y se espera que sean más, fueron guiados por un gracioso arlequín. Este personaje estaba encarnado por José Javier Ruiz Zubicua, integrante del cuerpo de bomberos de Estella. Animó la cola de la cabalgata alrededor de todos sus compañeros.

Los Reyes Magos llegaron en torno a las siete y media a la plaza, donde se concentraba buena parte de los niños de la localidad, y les dedicaron unas palabras. Si se habían portado bien, recibirían todos los regalos que habían pedido. Arropados por los dantzaris con el baile de boleras, y siguiendo el riguroso protocolo, primero, Melchor, luego Gaspar y por último Baltasar, subieron al quiosco para adorar al Niño Jesús. El Niño lo encarnaba el bisnieto del fundador de la sociedad Peñaguda y promotor de la cabalgata, quien miraba con orgullo al pequeño. 

Gotzon Nafarrate, de la sociedad cultural, deportiva y gastronómica, quiso agradecer a los comercios de Estella y la comarca y al ayuntamiento el apoyo prestado. La alcaldesa de Estella, Begoña Ganuza, explicaba que, a pesar de la crisis, las navidades se han vivido con intensidad en la ciudad.