“Acordeones y panderos, entre otros instrumentos, acompañaron a las voces de los escolaresLos alumnos de Educación Infantil y Primaria del colegio público abandonaban el centro temprano. A las diez de la mañana, vestidos de caseros y acompañados por los profesores y un buen número de padres, partían dirección a la plaza de Santiago, donde cantaron la primera de las coplas. Desde allí, el grupo continuó por la calle Calderería hasta la plaza de Los Fueros. Aquí estaba prevista la segunda de las paradas, además con un almuerzo para recuperar fuerzas.La ikastola Lizarra lleva 38 años, desde la creación del centro, celebrando la festividad del 5 de febrero
”
Para los pequeños terminaba su participación en la kalejira y disfrutaron de un rato de juego en la plaza. Los de Primaria siguieron el recorrido marcado por La Estrella, Navarrería, calle Mayor y Baja Navarra. En la confluencia con la calle San Andrés, la tercera parada para el canto estaba obligada y todos los alumnos se esforzaron por mostrar el mejor resultado.
Siete paradas
Mientras tanto, los 570 alumnos de la ikastola Lizarra abandonaban su centro a las once de la mañana. Tenían por delante un agradable recorrido de hora y media de duración que les llevaría también por el centro de Estella. Acompañados por acordeones, panderos y, por supuesto, las makilas o varas, los alumnos realizaron siete paradas para dedicar canciones a la santa.
Su recorrido, como en años anteriores, discurrió por la plaza de la Coronación, las calles San Andrés, Baja Navarra y calle Mayor, plaza de Santiago, Calderería, plaza de los Fueros, calles La Estrella, Navarrería, Mayor, Baja Navarra y San Andrés. De nuevo por la plaza de la Coronación, volvieron a la ikastola. Las paradas, donde sonaron especialmente las makilas y donde las txapelas volaron por el aire, se produjeron en las plazas Coronación, Santiago y Los Fueros y en las calles Navarrería, Mayor y Baja Navarra. La ikastola Lizarra celebra esta tradición desde hace 38 años, coincidiendo con la creación del centro. •