La baja visión se trata de un estado crónico. Las personas que la padecen normalmente tienen el contraste muy reducido y suelen tener problemas para ver aceras, escaleras, etc. Tienden a caerse con frecuencia y acaban por no querer salir a la calle al sentirse impedidos e inseguros.
Los ópticos-optometristas empezaremos a trabajar cuando la patología que ha causado la baja visión está bajo control de su oftalmólogo y, además, no es posible una cirugía que mejore su visión. Consideramos que una persona tiene baja visión cuando su mejor visión con gafas o lentillas está entre un 30 y un 12,5%, además de tener su campo visual limitado.
Mediante rehabilitación y ayudas visuales le ayudaremos a aprovechar su resto visual para que pueda llevar una vida normal.
Realizaremos un completo examen en el cual se medirán sus capacidades visuales y buscaremos las zonas de la retina donde conserva su resto visual para poder aprovecharlo. También es importante valorar su informe oftalmológico para ver cuál es el estado de su patología. Posteriormente, empezaremos a probar las ayudas. Para cada tarea necesitaremos una ayuda distinta, así que el paciente será quien nos diga qué tareas le gustaría poder volver a hacer. Hoy en día hay infinidad de ayudas para la baja visión, incluso ayudas digitales muy avanzadas.
La importancia de la prevención
Desde Óptica Navarra, hacemos hincapié en la prevención para evitar llegar a la baja visión. Es muy importante acudir cuanto antes al oftalmólogo si se observa alguna anomalía visual: manchas negras repentinas, ver las líneas torcidas u onduladas, visión como si mirásemos por un tubo, etc. Los casos de baja visión están aumentando mucho debido a ciertas patologías. Es muy importante utilizar filtros especiales en caso patologías de retina ya que hacen que la enfermedad avance más despacio, además mejorar mucho la calidad visual.