El arte nos permite a todos ser mejores personas

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Los coleccionistas son ahora mucho más selectivos. 

Eligen a los artistas y a las obras no sólo con interés artístico, también como futura inversión

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Durante estos veinticinco años, Ciriza ha crecido como artista y se ha convertido en mejor persona; el arte le ha enseñado disciplina, honestidad y respeto. 

¿Qué obra artística realizaría para plasmar 25 años de trayectoria profesional? ¿Elegiría una escultura o una pintura? 

Ambas disciplinas reflejadas en una gran escultura donde representaría a muchos artistas de las diferentes artes, algo muy especial que mostrara valores como el respeto y la libertad como marco universal para la convivencia.

¿Qué significado tiene el hecho de montar una exposición antológica? 

Al margen de la celebración de una fecha significativa, me ofrece una oportunidad irrepetible de ver en una misma exposición una selección de obras realizadas en estos 25 años. El público puede observar todo un recorrido por medio de diferentes esculturas, pinturas y vídeos.

¿Está teniendo buena aceptación entre el público?

La verdad es que estoy muy gratamente sorprendido. A la inauguración acudieron gran cantidad de personas y medios de comunicación y posteriormente me han comentado que está siendo muy visitada. También se han realizado visitas guiadas a la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro y a grupos de escolares. 

¿Visitará su obra Estella en breve?   

No, ya no es posible. Hace un año planteé la posibilidad de que la exposición se trasladase a Estella, asumiendo desde el estudio las complicaciones que eso suponía, pero los responsables de cultura no vieron posible incluirla en el calendario. Ahora la muestra termina en Pamplona. Ha sido un año muy intenso, con presencia en diferentes espacios y museos de Estados Unidos y España. Pero aprovecho desde aquí para invitar a todo el público de Estella a  que se acerque a Pamplona y visite la exposición. 

¿Qué balance realiza de los 25 años recorridos?

Un balance muy creativo y positivo con obras repartidas por 23 países y gran aceptación por parte de los diferentes públicos. Tengo que reconocer que no ha sido un camino fácil, que he trabajado mucho, que he viajado mucho pero que ha dado sus frutos y todo esto, unido a mi trayectoria personal y a la creación de una gran familiar, ¿qué más puedo pedir?

¿Quién era Carlos Ciriza en 1986 y quién es 25 años después?

Yo creo que la misma persona, no creo que haya cambiado demasiado; sí en el aspecto físico, el pelo y la barba más blanca, pero internamente y conceptualmente soy el mismo, con muchos de los amigos de entonces y con el mismo apego a mi tierra y a mis raíces.

¿Cómo recuerda la primera exposición que realizó? 

Con mucho cariño. Fue también en una sala llamada Conde de Rodezno, propiedad de la CAMP y estaba situada en una esquina de la misma plaza. Recuerdo que fue un día intenso, de nervios, con mucha gente y amigos para ser la primera exposición; todavía guardo fotografías de aquel día. Es curioso, pero varias de las personas que acudieron a aquella inauguración también estuvieron 25 años después. Está siendo muy emotivo.

¿El arte le ha convertido en mejor persona? 

Para mí la expresión plástica es casi una necesidad vital y la manera más natural y espontánea que tengo de expresarme. Me permite canalizar la enorme creatividad y energía que tengo, además de comunicarme con muchísimas personas, incluso aunque no hablemos el mismo idioma. Sí creo que el arte nos permite ser ‘mejores personas’ a todos, tanto al artista como a la persona que se acerca al arte y ver la vida con otros y más amplios enfoques.

¿Qué otras cualidades le ha proporcionado el arte? 

La disciplina, la honestidad, la investigación, la formalidad en los plazos, pero sobre todo destacaría el respeto. No entiendo la falta de respeto ante la expresión plástica de cualquier autor, aunque no comparta su filosofía o gusto estético.

¿En qué medida está afectando la crisis al arte? ¿Saldrá reforzado? 

Diría que está afectando, como a todas las áreas, de una forma negativa, no hay más que ver el panorama de las galerías en Navarra y en el resto del país. Por otra parte y esto vivido en mi persona, la crisis es positiva. Los coleccionistas ya no viajan por todas partes ni acuden a todas las ferias, son mucho más selectivos y eligen a los artistas y a sus obras no solo con interés artístico y para su disfrute, sino también con otras connotaciones, como futura inversión, y más en estos momentos. 

¿Cuál ha sido el mejor halago recibido del público?

Últimamente recibo muchos correos y cartas que me sorprenden y me dan energía para seguir adelante, alguno como “recomiendo al viajero que si, al recorrer algún rincón del mundo o  si encuentra una de las obras de este gran escultor, no solo la vea,  sino que la piense y la sienta”. Es muy gratificante.