
“Cada año se venden en Arróniz entre 6.000 y 7.000 litros de aceite“En torno a las diez, comenzaba el reparto de 15.000 tostadas entre los asistentes que iban llegando conforme avanzaba la mañana. Durante la jornada era el principal atractivo, además de la amplia representación de artesanos que mostraban sus oficios, y una degustación de los productos y su puesta en venta. El Día de la Tostada supone también una oportunidad para adquirir aceite, con el mismo precio del año pasado, 3,10 euros el litro. El gerente del trujal de Arróniz, Pedro Luis González, destacó que cada campaña se vende durante el día de la Tostada entre 6.000 y 7.000 litros.
Personal voluntario, en torno a veinte personas, se involucraron este año en la organización de la fiesta, en el acondicionamiento de las zonas de aparcamiento y en la preparación y reparto de las tostadas. El alcalde de Arróniz, Rubén Osés, aseguró que, a pesar de la mañana de tiempo inestable, la afluencia de público a la localidad estaba superando las previsiones. “Estamos contentos porque a las once y media de la mañana ya había una cantidad importante de gente. De hecho, la finca que habilitamos como último recursos para cuando se llena el parking está siendo necesaria. Así que la valoración es muy positiva”, decía. La organización preveía una asistencia de 9.000 personas.
Cualidades del aceite
Mientras se repartían las tostadas, en el interior de las instalaciones del trujal se desarrollaba el octavo capítulo de la Orden de la Oliva de Navarra. Jesús Hernández Aristu, profesor de Trabajo Social en la UPNA, pronunció el pregón que oficialmente abría el acto. Hernández ensalzó las cualidades gastronómicas y cosméticas del aceite. Cerró su discurso con un paralelismo entre el proceso de la oliva para convertirse en aceite y el transcurrir de la vida. “No olvidemos que el fruto llega a su plenitud después de ser macerado en la almazara, transformado por el tiempo, la paciencia y el silencio. La oliva pasa por la almazara como nosotros pasamos por la vida, en un proceso similar”, dijo.
La imposición de la insignia de oro de la oliva, a cargo del alcalde de Arróniz, abrió el turno de los reconocimientos en el salón de actos del trujal. La co-gestora del frontón Remontival de Estella, Itziar Echeverría Mendoza, de Arróniz, y el hostelero logroñés Ángel Carranza Ábrego, fueron nombrados dama y caballero de número por su defensa del Día de la Tostada.
Los nuevos caballeros de mérito de la Orden fueron los representantes de los auroros de Los Arcos, Larraga, San Adrián y Mendavia, respectivamente, José Javier Osés Lazcano, Jesús Otamendi García (ausente en la cita), Ignacio López Allo y Luis Ramírez Caro, y el periodista y director de Punto Radio en Estella, Alberto Aráiz Vidaurre.
Los títulos de Dama y Caballero de Honor de la Orden se entregaron al Gran Maestre del Queso de Cantabria, escritor y Cruz Oficial de la Orden del Mérito Agrario, Zacarías Puente Herboso; la catedrática de Nutrición y Bromatología y responsable del grupo de investigación en calidad alimentaria y análisis sensorial en la UPNA, Paloma Torre Hernández; el médico jefe de la sección de Medicina Interna del Hospital Virgen del Camino, Gregorio Tiberio López, quien no pudo estar en el acto; y el pregonero Jesús Hernández Aristu.
Todos ellos se sometieron a la cata del aceite de Arróniz y se les entregaron los diplomas acreditativos de miembros de la orden, antes de colocarles las medallas. Alfredo Landa Imaz, en representación de su padre, el acto Alfredo Landa, miembro de la Orden, fue el encargado de dar el espaldarazo a los nuevos cofrades, después de que el vice-prior, Pedro Lozano Bartolozzi, leyera el juramento.
A continuación, se entregaba a Zacarías Puente un premio por la calidad y el consumo de aceite de Arróniz en su restaurante de Santander. Se trataba de un pequeño olivo de plata. Los cantos de los auroros y la intervención del Coro de Voces Graves de Pamplona pusiera las notas musicales en la mañana del domingo 27 de febrero. Cerraba el acto la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro, quien defendió la necesidad de promoción de los productos navarros en un mercado actual que calificó de complicado.