PRIMER PLANO – Sandra Nuin. Escultora – “Cuando las personas se emocionan con tus obras, da menos miedo plasmar los sentimientos”

Sandra Nuin Fernández, artista de 36 años y vecina de Villanueva de Yerri, desarrolla y crea sus obras en el taller que ha ubicado en una antigua bodega familiar

La naturaleza y los sentimientos se perciben en las 16 obras que Sandra Nuin Fernández, de 36 años y vecina de Villanueva de Yerri, recoge en la antigua Bodeguilla del Medio de esta pequeña localidad. Madera, barro, piedra, aluminio, bronce y cerámica son los principales materiales utilizados por esta artista para la creación de las obras en las que funde sus sentimientos.

¿Cuándo surge tu inquietud por el arte?
Cuando era pequeña solía dibujar a mi madre y a mi hermana y la verdad es que, en aquellos dibujos, se apreciaban ciertos rasgos reales. También me gustaba jugar con el barro y elaboraba figuras de brujas y ceniceros.

¿Has tenido siempre claro que lo que te gustaba era la escultura?

Sí, siempre me ha atraído la escultura por la voluminosidad, me llama la atención el volumen y por ello decidí especializarme en esta rama. La verdad es que tampoco me cierro sólo a la escultura, también me apetece volver a dibujar. Al fin y al cabo, el dibujo lleva a la escultura, todo está relacionado.

¿En qué te inspiras para crear tus obras?

En mis sentimientos. Las obras que realizo nacen de muy adentro. Mi cuerpo y mi mente marcan las ideas que voy teniendo. Y esos sentimientos se reflejan en las obras. Hay algunas con rostros tímidos, otras alegres… Es difícil de explicar pero las ideas surgen de mi interior y pueden aparecer en cualquier momento cotidiano y según el estado anímico en el que me encuentre o el momento personal por el que esté pasando.

¿De qué tratan tus esculturas?

Podemos decir que son obras que muestran a personas y, en alguna ocasión, a animales que emergen desde la tierra, desde la raíz, que despegan de alguna manera hacia la vida. Todas ellas son una especie de nacimiento. Tengo creaciones de rostros reales como por ejemplo, los de mi madre Juli. Pero no todas las obras están inspiradas en rostros reales, no busco los retratos, creo figuras que surgen de mis sentimientos. En algunas de las obras, lo que hago es mezclar la escultura con frases y fragmentos de las poesías que escribía mi abuelo, Manuel Fernández Atanes. Son obras muy autobiográficas.

¿No te da miedo el hecho de que en tus obras queden descubiertos los sentimientos personales?
Sí, al principio me sentía insegura y da vértigo, pero cuando expuse mis obras en la Casa de Cultura de Estella me sorprendí mucho porque ocurrió algo importante para mí, que me dio fuerzas para seguir elaborando mis obras: hubo personas que se emocionaron al ver las esculturas, en cierta manera vieron algo en mis obras que les transmitía emoción. Cuando las personas se emocionan con tus obras, da menos miedo plasmar los sentimientos, es más, me dan ganas de seguir destapándolos.

¿Crees que la mayoría de los artistas se inspiran en lo que sienten?
No creo que la mayoría de los artistas se inspiren en lo que sienten. En mi opinión, hay muchos artistas que crean para vender. Yo percibo una clara diferencia entre los que crean sus obras con el único objetivo de vender, a los que las elaboran para expresar y para materializar los sentimientos por amor a lo que hacen. Creo que las obras nacidas por sentimientos transmiten cosas que las comerciales no consiguen, al menos, con la misma intensidad.

¿Escultores favoritos?
La verdad es que no tengo un maestro. Pero sí admiro obras de artistas como José Ramón Anda, Henri Moore, Dora Salazar y Carol Peace. A esta última la conocí en el Castle Fine Arts en Gales porque traía sus obras para que nosotros practicáramos. Es en ese momento, cuando me di cuenta de que yo quería estar al otro lado de la situación y ser yo la que lleve las obras para que otros practiquen.

¿Qué destacarías de la experiencia en el Castle Fine Arts de Gales?
De aquella experiencia me llevé la magia que se respira tanto en Gales como en el lugar de trabajo. La gente es especial, te ayudan en todo lo que pueden y eso se agradece. Profesionalmente descubrí cosas nuevas. Estaba más especializada en madera y allí fui a la fundición. Aprendí técnicas nuevas que me han ayudado a crecer como profesional y como persona.

¿Cuál es tu sueño como escultora?
Mi sueño es exponer mis obras en muchos lugares. Tener la oportunidad de unir las obras con los viajes y los idiomas, que son tres cosas que me apasionan y que poco a poco espero conseguir.

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Trayectoria


Sandra Nuin Fernández se formó como técnico de Artes Plásticas y Diseño en Ebanistería Artística en la Escuela de Arte de Navarra, en donde cursó también el Grado Superior de Artes Aplicadas de la Escultura. En el año 2004, le concedieron la Beca Leonardo Da Vinci, y se formó en la fundición de escultura en bronce en el Castle Fine Arts de Gales.

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