PRIMER PLANO – Javier Marcotegui Ros – “Creo que Tierra Estella dejó pasar el tren del desarrollo”

PRIMER PLANO – Javier Marcotegui Ros – “Creo que Tierra Estella dejó pasar el tren del desarrollo”

Javier Marcotegui acaba de publicar el libro ‘Historias de Abárzuza’, un trabajo de investigación que recoge diversos ámbitos de la historia de la localidad desde el siglo XI hasta la segunda mitad del siglo XIX

Javier Marcotegui (21/09/1948) -catedrático de Ciencias Naturales y exconsejero de Educación y Cultura (1991-1999) y de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente (1999-2003) en el equipo de gobierno de UPN- ha publicado recientemente el libro ‘Historias de Abárzuza’, un trabajo de investigación que inició por la curiosidad de conocer la historia de su familia. En esta entrevista el autor nos acerca a los contenidos del libro y nos ofrece, desde su perspectiva política, los aspectos a mejorar en Tierra Estella.

¿Cómo surge la idea de escribir un libro sobre Abárzuza?
Siempre me han atraído las historias del pasado. Tenía curiosidad por conocer la historia de mi familia. La casa se llamaba ‘Casa Moracea’, pero el nombre no se correspondía con el apellido. Por esto, de la mano de un viejo documento que había en casa, me acerqué al Archivo General de Navarra. Encontré a un José Antonio Moracea a finales del siglo XVIII y el estudio de sus antepasados, que son los míos, me llevó hasta el siglo XV y hasta el propietario del palacio de Moracea o palacio de Abárzuza. Esta persona, probablemente por algún lance desgraciado de la fortuna, tuvo que vender la casa a un Baquedano.

¿Qué aspectos de la localidad se pueden encontrar en el libro?
Las historias de Abárzuza nos muestran la historia económica de un pueblo. Encontraremos los aspectos religiosos reflejados en sus romerías, cofradías, la construcción de la iglesia y su ornato y los monumentos religiosos. También hay retazos de la vida social, de la escuela y de la administración del pueblo. Por último, las relaciones del pueblo con la comunidad de frailes de Iranzu que son muy complejas. Hubo un abad que se quejaba del desafecto de los de Abárzuza, a los que calificó sin piedad hasta el punto de decir que sin ellos el monasterio estaría más aseado y más rico.

¿Qué es lo que más te ha llamado la atención?
Las apreturas económicas que padece el pueblo por las guerras, en especial la mantenida con los franceses y las carlistas. El pueblo y sus vecinos acaban en situación de miseria. Sirva como ejemplo el incendio del pueblo producido por los liberales en la última guerra carlista.

El Archivo General de Navarra y el Diocesano han sido tus fuentes principales, ¿fue sencillo o complicado encontrar lo que buscabas?
Ha sido laborioso. He tenido que aprender a utilizar las herramientas de búsqueda de documentos entre los múltiples catálogos. También a descifrar las letras manuscritas de los escribanos y a familiarizarme con el modo de escribir carente de toda norma de ortografía y sintaxis. La cuestión se complicó porque el archivo parroquial y el archivo municipal desaparecieron en los incendios comentados.

¿Descubriste algo que no sabías?
Prácticamente todo ha sido novedoso para mí, salvo el trasfondo de la vida social que no he extrañado tanto pues, con pequeños matices, ha estado presente en el pueblo hasta mitades del siglo pasado. Los recuerdos más tempranos que tengo son los de mis correrías y vivencia por las calles, términos y montes de Abárzuza. Por tanto, me resultan muy familiares todas las tareas propias de la vida religiosa, económica y social del pueblo. Me identifico plenamente con mis paisanos y con sus experiencias locales.

¿Tienes pensado seguir escribiendo?
La consulta de estos documentos crea adicción. Estoy convencido. Ahora me interesa estudiar la gestión de los montes reales de Urbasa, Encía y Andía.

“El monasterio de Irache, el de Iranzu, el señorío de Andéraz, el santuario de Codés y la casa palacio de Urbasa deberían convertirse en focos de atracción nacional e internacional de turismo cultural y natural”

Como exconsejero de Educación y Cultura del Gobierno de Navarra, ¿qué carencias aprecias en Tierra Estella respecto a estos dos ámbitos?
Han pasado 18 años desde que dejé de ser consejero y por eso poco valor tienen ya mis apreciaciones, seguramente muy superadas por el devenir de este tiempo. En todo caso, creo que Tierra Estella dejó pasar -quizá porque no se dio cuenta- el tren del desarrollo y ahora se encuentra algo marginada. Estella y los pueblos de su entorno próximo se quedaron algo paralizados, como ensimismados de su pasado, de su precioso entorno, celosos de que pudieran perder algo de su belleza. Debería tener más iniciativa y empuje, sin miedo, para proyectarse con fuerza hacia el exterior y explotar los valores de su patrimonio histórico, artístico y natural.

En general, ¿qué mejorarías de Estella y Merindad?
El monasterio de Irache, el de Iranzu, el señorío de Andéraz, el santuario de Codés y la casa palacio de Urbasa deberían convertirse en focos irresistibles de atracción nacional e internacional de turismo cultural y natural.

Datos

Javier Marcotegui Ros

Pamplona, 21/09/1948
Estado civil
Casado. Tiene 4 hijos
Profesión
Actualmente está jubilado. Ha sido catedrático de Ciencias Naturales y ha dedicado gran parte de su vida profesional a la política, en el grupo de UPN.
– Consejero de Educación y Cultura entre los años 1991 y 1999.
– Consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Medio Ambiente entre los años 1999 y 2003.

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