PRIMER PLANO – Alba Alonso y Adriana Goñi – Profesoras del colegio Santa Ana

PRIMER PLANO – Alba Alonso y Adriana Goñi – Profesoras del colegio Santa Ana

Las tutoras de tercero de Infantil ganaban con dos proyectos sobre educación emocional y ambiental dos concursos,
uno de ámbito internacional y otro nacional

Las tutoras del tercero de Educación Infantil del colegio Santa Ana, Alba Alonso y Adriana Goñi, firman dos proyectos educativos que han recibido el primer premio en dos concursos, uno de ámbito internacional y el otro nacional. El primero de ellos, titulado ‘Siembra emociones y recogerás calma’, trabaja en el aula y fuera de ella la educación emocional de los alumnos. Se impuso a 248 trabajos de 14 países diferentes.
El segundo proyecto, ‘Superverdes en acción: ¡salvemos nuestro planeta!’, abordó la educación ambiental de manera práctica y conquistó a un jurado que evaluó un total de 148 propuestas. Alba Alonso y Adriana Goñi aseguran que el esfuerzo ha merecido la pena si se consigue alumnos motivados y felices en clase. Este objetivo también lo han logrado.


¿Qué significado tienen estos dos premios?
Alba Alonso. La verdad es que nos sorprendimos de ganar el primer premio en los dos concursos y estamos muy contentas. Sí que nos habíamos quedado satisfechas con el resultado de los proyectos. Es un reconocimiento al trabajo.
Adriana Goñi. Nos llevamos una gran satisfacción personal y profesional. Se reconoce un trabajo diario, porque ésta es nuestra manera de trabajar en el aula, no es que lo hayamos hecho solamente para el concurso. El mayor premio es el reconocimiento de la labor que hacemos todos los días.

¿Qué ha supuesto la presentación de los proyectos a los concursos?
A.G. Implicación por nuestra parte, junto con la de los alumnos y de las familias. Contamos con las familias durante todo el año para trabajar conjuntamente.
A.A. No se les puede dejar aparte y siempre les tenemos en cuenta. A nosotras los concursos nos han requerido formación, lecturas, congresos y cursos. Horas, muchas, dentro y fuera del aula. Después de clase nos poníamos delante del ordenador y empezábamos a
idear. De una pequeña idea va surgiendo otra y así compones el proyecto. Puedes tener un día malo, pero te levantas de la cama, vienes al colegio, ves las 25 sonrisas que te esperan en clase y te sube la moral hasta las cinco de la tarde. El trabajo extra se hace por ellos.

¿Cómo han recibido los alumnos los premios?
A.A. Son alumnos de 5 años y para ellos ganar es muy importante.
A.G. Aunque no son conscientes de la idea del reconocimiento, cuando les dijimos que habíamos ganado, gritaban, saltaban, se pusieron muy contentos. Ellos han sido partícipes del proyecto en todo momento.
A.A. Los primeros días preguntaban, ¿y sabemos ya si hemos ganado?

El primer concurso aborda el tema de las emociones, ¿qué importancia tiene la gestión emocional en el desarrollo de la persona en edades tempranas?
A.A. Las dos coincidimos en la idea. Ahora está muy en auge la educación emocional, pero no es una moda, es una cuestión fundamental para la vida hoy y mañana.
A.G. Queremos alumnos competentes, no sólo académicamente, sino también competentes emocionalmente. No hacemos nada con que sepan las figuras geométricas, aprendan a leer y a escribir si luego no saben aceptar un error y tolerar la frustración. En el día a día se van a enfrentar a situaciones más o menos complejas y tienen que estar preparados. No se trata solo de aprender conocimientos, sino de aprender a enfrentarse a la vida.
A.A. Las dificultades para un niño de 5 años pueden parecernos básicas a los adultos, pero para ellos son un mundo. Si están tristes, si les duele algo… van aprendiendo a exteriorizar sus preocupaciones y le ponen nombre, algo que es muy difícil. Si un niño está equilibrado emocionalmente será mucho más capaz de enfrentarse a los contenidos en clase.

Alba Alonso:
“Puedes tener un mal día, pero ves las 25 sonrisas que te esperan en clase y te sube la moral. El trabajo extra se hace por ellos”.

¿En qué ha consistido el proyecto?
A.A. La idea principal es trabajar la educación emocional y el mindfulness durante todo el curso.
A.G. Nos hemos centrado en la adquisición de estrategias durante el curso y en cómo hacer para que las extrapolen a otro contexto, el familiar, por ser el más cercano a ellos. Hemos preparado materiales que puedan utilizar fuera del cole, materiales que les motivasen, y encaminados a lograr la calma, a relajarse.
A.A. Invertimos dos semanas muy intensas para preparar un kit de supervivencia para volver a la calma y que lo puedan utilizar en casa. Para los padres hay un libro de instrucciones, para que ellos también sepan cómo hacerlo y ayuden a los niños. El proyecto terminó con una acampada en el colegio, ‘Conectando emociones’, que supuso su primera noche fuera de casa. Al día siguiente vinieron los padres para participar en el último taller.

¿Tenéis feedback de estos proyectos? ¿Les están ayudando a los niños en su día a día?
A.G. Nos dicen los padres que en casa lo utilizan, que los niños les piden hacer las prácticas. Ha tenido su beneficio y lo hemos comprobado.
A.A. Pero no hay que dejarlo aquí. El proyecto tiene que continuar. Iremos ampliando. Una madre comentaba el otro día que no había dormido seguido desde que nacieron sus tres hijas. Desde la llegada del kit, la “caja mágica”, lo ha conseguido.

¿Se trabaja la inteligencia emocional lo suficiente hoy en día? ¿Cuál es el papel de la escuela al respecto?
A.G. No se le presta la atención que se debería y prueba de ello son las noticias. Si el mundo estuviera emocionalmente equilibrado y fuera competente, no se producirían sucesos como los que ocurren a diario.
A.A. Hace unos años no se trataba este tema. Si un niño lloraba era porque se habrá hecho daño, no se indagaba mucho más. Cuando un niño no está bien, en clase lo notamos. Siempre hay un problema detrás, una preocupación que le lleva a comportarse de una manera diferente.
A.G. La escuela participa ahora mucho más que antes en la vida de sus alumnos. Si el niño está raro, si tiene un problema, intentas estar ahí para ayudarle y para coordinarte con la familia.

¿A qué conflictos emocionales se enfrenta un niño de 4 ó 5 años? ¿Cuáles son sus preocupaciones?
A.G. La frustración ante el fallo. El error es para muchos un fracaso y no saben gestionarlo. También otras situaciones, como tristeza o un comportamiento diferente si ha presenciado una discusión en casa, si ha oído palabrotas entre papá y mamá o la muerte de un abuelo.
A.A. También las peleas entre amigos, un cambio de horario o un cambio de rutina, como que papá haya dormido fuera de casa por trabajo. Todo les afecta, y a veces necesitan de un adulto para encontrar una solución.
A.G. Primero tienen que ser capaces de entender que les pasa algo, luego de ponerle un nombre para exteriorizarlo y compartirlo. Si no se trabajan las emociones, difícilmente se ataca el problema.

Adriana Goñi:
“No se trata de aprender solo conocimientos, sino de aprender a enfrentarse a la vida”.

El segundo de los concursos es sobre medioambiente, ¿qué conocimiento y grado de conciencia tienen los niños?
A.A. Poco. Por eso en nuestro proyecto creamos la figura del superhéroe, para ayudar al planeta. Los niños se encargarían de limpiar y de salvar el planeta. Se les tiene que educar en este tema, pero a veces hay conflictos. Como anécdota, vino un niño al cole preocupado porque había recogido un papel del suelo para tirarlo a la papelera y su madre le dijo que no cogiera porquería de la calle. El niño pensó que su madre no quería salvar al planeta.
A.G. Como escuela podemos despertar su inquietud por el conocimiento y ayudarles a aprender.

¿Qué acciones se han realizado y con qué objetivos?
A.G. El objetivo era concienciar sobre la importancia del reciclaje de manera práctica, para que luego lo apliquen en su vida diaria. Hemos trabajado con las inteligencias múltiples y hemos integrado actividades de música, lingüística, matemáticas… Salimos a recoger basura por Estella, grabamos un videoclip de rock and roll sobre reciclaje, una mamá que trabaja en Mancomunidad nos dio una masterclass, hicimos clasificación de residuos en contenedores ‘molones’ que diseñamos, preparamos un informativo con noticias… Son sólo unos ejemplos.

¿En qué va a invertir el centro el importe de los premios?
A.A. Lo vamos a donar al centro y ahora nos tenemos que sentar para ver la inversión. No es mucho dinero pero servirá para renovar material de cara a los proyectos educativos del próximo curso.

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