Olentzero cumplió en Estella su cuadragésima visita

Olentzero cumplió en Estella su cuadragésima visita

Desde 1971 y de manera ininterrumpida, el carbonero abandonaba el día 24 la sierra para saludar a los niños en una kalejira preparada desde Lizarra Ikastola.

Olentzero abandonó la sierra de Urbasa y se acercó hasta Estella para saludar a los niños y niñas en la tarde del 24 de diciembre. Lo hizo puntual el año en que suman cuarenta ediciones las que lleva recorriendo las calles de la ciudad. En 1971, invitado por Lizarra Ikastola, realizó su primera kalejira y, desde entonces, su presencia es una cita obligada que organiza el centro escolar con la colaboración de los padres y la implicación de toda la comunidad educativa.

“Durante el recorrido se repartieron en torno a cien kilos de castañas.“

La kalejira la prepararon este año especialmente los padres y madres de los alumnos de segundo curso de Educación Primaria y contó con una participación de 75 personas del centro, entre alumnos que preceden y que siguen la carroza de Olentzero por las calles más céntricas de la ciudad. Familiares y el público de Estella y la comarca en general arroparon la comitiva a lo largo de todo el recorrido. 

Las temperaturas templadas acompañaron en una kalejira animada y populosa. La comitiva la encabezaban los txalapartaris y los joaldunak. Después seguían los baserritarrak, la comparsa de oficios, los trikitilaris, el nacimiento, Mari Domingi, acordeones y el Olentzero en su carroza. 

Todos estos elementos de la kalejira estaban acompañados por numerosos colectivos culturales de la localidad, como la banda de música, los danzaris de Larraiza e Ibai Ega, la coral Ereintza y fanfarres, entre otros, además de los alumnos más pequeños, que junto con los alumnos de cursos superiores lucieron sus trajes de caseros en una tarde especial. En la tarde del 24 mucho tuvieron que ver Koldo Udarte y Joana Eslava en lo referente a la magia y la ilusión. 

El recorrido comenzaba a las 17.30 horas, como es habitual, en Lizarra Ikastola. Discurría por la plaza de la Coronación, las calles San Andrés, Baja Navarra y Calle Mayor hasta llegar a la plaza de Santiago, Calderería y plaza de los Fueros. Después, por las calles Estrella y Navarrería, volvieron a la Mayor para hacer el recorrido inverso y regresar a la ikastola por San Andrés y la plaza de la Coronación. Las castañas fueron una constante en el recorrido y se repartieron en torno a cien kilos. 

Centro de Estella

Olentzero atendió a los niños en el patio del centro, quienes le dijeron al oído qué le habían pedido para esa noche. El personaje navideño tuvo mucho trabajo esa jornada y también los días previos ya que se dejó querer por los más pequeños en muchas otras localidades de Tierra Estella, como Metauten o Ancín, por dar tan sólo dos ejemplos. En esta última localidad, al atardecer y con el sonido de la txalaparta, los vecinos recibieron al carbonero en el parque de las Carboneras y se repartieron caramelos y castañas.  Tampoco faltaron la música y el chocolate caliente en una jornada festiva de gran participación. 

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Breve semblanza de Olentzero

Olentzero es pastor en algunos pueblos, en otros un labrador que lleva una hoz, símbolo del abandono de lo viejo para dar la bienvenida a lo nuevo. Las kalejiras pretenden recrear el ambiente rural de los pueblos y las tradiciones con la música de trikitixas, txistus, tamboriles y panderetas; se rescatan los trajes de casero y se reparten castañas. También hay quien afirma que Olentzero ha venido a anunciar el nacimiento de Cristo y quien asegura que Olentzero tiene un ojo más que los días del año, es decir, 366. Múltiples leyendas rodean a este personaje mítico y entrañable de la Navidad.

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