Notas de fiesta con ‘Jurramendi’

Casi una veintena de amigos se reúnen cada jueves para ensayar las piezas
con las que animarán las calles de Estella

Formada por integrantes de la ladera de Montejurra, lo que le da nombre, la txaranga acude desde 1998 allí donde se le requiere para animar fiestas, calles y variados eventos. Aunque han contado con mujeres en sus filas, a día de hoy son casi una veintena de integrantes, todos hombres y vecinos de Arróniz, Arellano, Dicastillo y Allo, además de un pamplonés, y con edades comprendidas entre los 21 y los 39 años. Desde un inicio, coordinados por Ignacio Arbeo, ‘Ignacito’ para los amigos, al que tienen en el recuerdo, siguen fieles a su objetivo inicial de contagiar alegría.

Varios fueron los amigos que tuvieron la idea de crear un grupo de música, en concreto, una txaranga. El boca a boca entre conocidos del pueblo, del fútbol y de otras aficiones comunes le fue dando forma. Uno de los integrantes, Peio Hermoso, explica que la iniciativa fue de Arbeo, lo más parecido a un director que han tenido.

Diego Maeztu define a Jurramendi como un grupo de amigos, “una txaranga anárquica”, dice entre risas. No tiene junta directiva ni un presidente, no existen cargos, si bien es cierto que algunos de ellos tiran más del carro que otros, como reconoce Maeztu.

En cuanto a los horarios, cuentan que, para preparar las fiestas del verano, ensayan todos los jueves durante una hora y media entre los meses de marzo y agosto. Admiten que hubo un tiempo en que la gente empezó a flojear, y de ahí surgió la idea de la merienda, lo que se ha convertido en su pequeña tradición.

El programa de cada actuación lo marca el contratante, aunque, como lo hacen por afición más que por otros motivos, han decidido, este año, rechazar algunas ofertas y solo actuar dos días durante las fiestas de Estella. Estarán el lunes en los toros y en la bajadica del Che y el jueves durante los encierros de la tarde y la bajadica del Che, contratados por la peña La Bota.

Componen la txaranga dos saxofones (alto y tenor), un trombón, un bombardino, un helicón, un bombo, una trompeta y las txundas, o platillos, aunque han llegado a contar también con un saxofón alto y dos clarinetes. Su repertorio, al igual que sus instrumentos, es variado, y comprende pasacalles, pasodobles, mambo, rock, rancheras, y música tanto de antes como actual.

A la hora de incorporar partituras no necesitan protocolo alguno. “Si alguien quiere añadir algo lo comenta y se ensaya, y según como sale se decide”, explica Javier Lerga. Admiten que tocan de todo, lo que la gente les pide o a ellos se les ocurre, pero ofrecen un tajante “no” a la opción de tocar en quieto, en un escenario. “Somos de movimiento y calle”, justifica.

Fiestas y El Puy

Cuando recuerdan cómo empezaron a venir a Estella lo hacen con cariño. Fue hace unos 6 años, para el día de la Virgen del Puy. La iniciativa surgió de una cuadrilla de Estella, la Peña Koyote, que desde entonces les contrata para actuar durante todo el día. “El día del Puy es uno de los días fuertes”, confirma Maeztu. Entonces, cuentan que ni siquiera cobraron, solo la comida y poco a poco, año tras año, han ido mejorando.

Su modo de financiarse es simple, aunque con ello hacen maravillas. De la misma manera que no reciben subvenciones ni ayudas, tampoco pagan cuotas. El único dinero que reciben es el del contratante, que suele ser el Ayuntamiento o un colectivo y particulares en menor medida: “Una vez nos llamaron para una despedida de soltera y no duramos ni dos canciones. No habían pedido permiso ni licencias…”, recuerda Hermoso. Todo lo que ingresan lo ahorran y lo utilizan para necesidades comunes. Invierten lo restante en una casa rural y una comida, una vez al año.

Sobre cómo viven las fiestas, cuentan que lo bueno es que no tocan varios días seguidos. “Yo antes tocaba cinco días seguidos y se me hacía pesado”, dice Maeztu. En opinión de Lerga, se lo pasan mejor tocando y siendo parte de la fiesta simplemente como público. Para Hermoso es algo más. “El hecho de ver a la gente disfrutando con algo que hacemos nosotros me llena”.

En definitiva, este grupo de músicos, la mayoría con formación específica, disfruta de lo que hace por lo que aporta a los demás. Creen que añaden alegría, movimiento y diversión y, lo más importante de todo, ellos se lo pasan bien.

Uno de los factores que consideran más importantes es precisamente ese. “Si estás serio o enfadado, se nota y la gente no disfruta tanto”, apunta Maeztu. “Tenemos suerte de tocar en las fiestas estando de fiesta. Además, habrá txarangas con mejor nivel musical pero el ambientazo es lo que cuenta; y nosotros somos muy divertidos”, completa Lerga.

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Se les puede ver...


Lunes 3, de 17 a 20.30 h. en los toros y, de 22.15 a 23.30 h., en la bajadica del Che.
Jueves 6, de 17.30 a 19 en la plaza de Santiago durante los encierros y, de 22.15 a 23.30 h., la bajadica del Che.

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