“Los gigantes de Lodosa participaron en las fiestas de Murieta“
Las citas gastronómicas populares son uno de los principales atractivos para los vecinos de Murieta. No sólo las del primer día, el jueves, también las del resto, como la cena popular del viernes, pistoletazo de salida para el fin de semana. Nada menos que 35 cuadrillas, de ocho integrantes cada una, y de todas las edades, participaron en la preparación y en la degustación de calderetes en el frontón. “Por la tarde, la gente se comienza a reunir y a preparar para disfrutar luego en la cena”, apuntaba el primer edil.
Las fiestas de Murieta como muchas otras de la merindad están marcadas este año por los recortes. El Ayuntamiento ha dispuesto un presupuesto de 30.000 euros, algo rebajado con respecto al año pasado, para componer un programa completo y para todos los públicos. “Esta pequeña reducción responde a la situación económica actual, pero la calidad se mantiene. La verdad es que las actuaciones son más baratas”, explicaba la concejal de Festejos, Amaia Acedo Oroz. El grueso del presupuesto se destina a la contratación de las orquestas. Son tres, además de una actuación disco para la noche del sábado. Es precisamente el sábado la jornada que más gente de fuera se desplaza hasta Murieta para vivir las fiestas.
El viernes 24, segundo día de blanco y rojo en el municipio, estaba dedicado al patrón, San Esteban Protomártir. A las 12.30, la procesión partía de la parroquia de la localidad para pasear la reliquia del santo, antes de celebrar misa mayor de vuelta en la iglesia. La cruz encabezaba la comitiva, seguida por dos estandartes y por el misionero natural de Murieta Pío Lana, quien portaba la reliquia. Las banderas las llevaban los vecinos Benito Ruiz y Juan José Moreno. Uno de los vecinos, participante en la procesión, recordaba un refrán que, aseguraba, aún se dice. “Mozo pendonero, nunca casadero; pero no es el caso, que estos dos están casados”, apuntaba.
Continuaban la comitiva los dos gigantes, pertenecientes a Lodosa y que por segundo año están presentes en las fiestas de Murieta; los gaiteros Deierri, de Estella, y los miembros del Ayuntamiento murietense en cuerpo de Corporación. Decenas de vecinos arropaban en el acto.
Diversión hinchable
Mientras el solemne acto se desarrolla por las calles aledañas a la iglesia, en la plaza nueva, la Eugenio Asensio Barbarin, los niños disfrutaban con el parque de hinchables. Pudieron saltar en las colchonetas, montar en los cars o bailar al son de la música más actual delante de dos pantallas de videojuegos. A las dos del mediodía, los vecinos pudieron escuchar músicas del mundo. Por la tarde, continuaba el parque infantil y, a las cinco y media, el ayuntamiento repartía los ingredientes para el calderete. Los disfraces infantiles tenían su momento a última hora de la tarde.
Durante el fin de semana hubo espacio para una txistorrada popular, jotas, la XXIV Carrera Ciclista San Esteban, teatro, mexicanas, fuegos y torico, música de rondalla, aperitivos y, por supuesto, música para bailar.