TIERRA ESTELLA GLOBAL – Iker Pinillos – “Me gusta ver funcionar las cosas, ver el resultado de mi trabajo”

¿Cómo surgió la oportunidad?
Surgió por aquello de “ahora o nunca”. En mi caso, fue una oportunidad profesional la que me dio el último empujón para coger las maletas y “emigrar” a otro país. Entonces ya contaba con oportunidades de trabajo relacionadas con mi especialidad justo al lado de casa, todo un lujo, pero la envergadura de los proyectos ofertados no tenía color con el tamaño y la trayectoria que se me presentó en Inglaterra.

¿Pensaste en algún momento en la industria aeronáutica para desarrollar tu carrera?
Nunca he sido un apasionado de una industria en particular. Sí que me gusta ver las cosas funcionar, ver el resultado de mi trabajo. Y en ese sentido la automática y electrónica es mucho de eso, porque puedes ver si lo que diseñas funciona en cuestión de segundos. Sobre la industria aeronáutica, no conocía ninguno de los términos asociados a un motor de un avión, ¡ni siquiera por qué giraban las aspas! Obviamente, ya no puedo decir lo mismo porque, entre otras cosas, la vida de muchas personas allí arriba depende de lo bien que lo hagamos aquí abajo. La clave es saber adaptarse; aquello de ‘zapatero, a tus zapatos’ creo que pasó a la historia. Y cambiar es bueno.

¿Cómo describirías el sector en comparación con otras ingenierías?
La industria aeroespacial y Rolls Royce en particular siempre intentan ir más allá y tienen la capacidad de asumir riesgos al innovar. Abren caminos nuevos, y por eso, cualquier ingeniería ligada al sector aeroespacial tiene que estar a la vanguardia tecnológica.

¿Es emocionante?
Mucho. Ver el tamaño y la fuerza de estos motores es impresionante y te hace ver que “joder, ¿en esto he participado yo?” Si me llegan a decir hace cinco años, dónde iba a estar hoy, no me lo creería. También la dimensión de la empresa es algo a lo que todavía me estoy acostumbrando. Provengo de empresas pequeñas y fui accediendo a otras más grandes, pero ésta es la más grande hasta la fecha con diferencia. Un ejemplo que me pasó el otro día, estuve en una reunión con gente de seis países diferentes: dos ingleses, un chino, un indio, dos árabes y una italiana. Me tropecé incluso con un euskaldún por la oficina. El mundo es muy grande y muy pequeño a la vez.

¿En un principio, qué te pareció el destino, la isla de Wight?
¡No sabía ni donde estaba! Empecé a informarme tras el primer contacto con el Headhunter, pero como no había estado en Inglaterra previamente, tampoco me importaba mucho. Y eso que el inglés no era un problema. Quizás eso fue lo que me animó, ya que al ser una isla me resultaba curioso. Este poco miedo a salir se lo debo también a mi hermana Maite. Gracias a ella, he podido ir a lugares como Bahréin o Dubai a trabajar de forma temporal y conocer culturas tan distintas que te ayudan a ver que la riqueza está en la diferencia y eso, inevitablemente, te cambia y vuelves con una mente más abierta.

Una pequeña isla junto a la isla de Gran Bretaña, en el Canal de la Mancha, ¿cómo es la vida allí?
Muy humilde y tranquila. La isla en sí es uno de los destinos vacacionales por excelencia en Inglaterra. Al estar más al sur, tiene ‘mejor’ tiempo que el resto del país y muchos paisajes dignos de ver. A mí me encantan sus calas, los paseos y las puestas de sol (cuando sale, claro). Pero si en algo destaca es en las atracciones para los niños: tiene zoos, parques de atracciones, muchos restaurantes y bares, paseos de todo tipo, zonas de pesca… La verdad es que es un sitio muy bueno y tranquilo para vivir.
La isla tiene también sus contradicciones. Es la zona con mayor índice de paro de toda Inglaterra y, en cambio, para cruzar desde la isla a ‘Mainland’ o isla grande, pagas el precio más caro del mundo por milla náutica.

¿Cómo es un día de trabajo?
No es estresante, ¡pero no paro! Algunos días enseño a otros ingenieros a utilizar los sistemas de fabricación que implanto en la fábrica. Otros días ayudo a traccionar equipos en la detección de riesgos y toma de acciones. También soy responsable de controlar que se implantan con éxito una serie de requerimientos que hemos definido para una nueva fábrica de Bristol. Tres días laborales a la semana trabajo fuera de la isla, en la oficina central en Derby. A cuatro horas de mi casa, apoyo al centro de excelencia de la empresa generando soluciones para todas las fábricas de Rolls-Royce en el mundo.

¿Y cuando terminas?
Depende. Si estoy trabajando en CTAL, mi base ‘permanente’ en el centro de investigación y desarrollo, salgo de la oficina y voy a descansar a casa. Últimamente solo paso dos días laborables en ella, así que aprovecho para estar con mi mujer y hacer cosas juntos: compra semanal, paseos, ir a tomar algo, quedar con amigos, hacer deporte… Lo típico, supongo. En cambio, cuando estoy en la central acabo más tarde. Mi estancia esos días es en hoteles, así que procuro bajar al gimnasio en los huecos libres.
¿Es muy diferente tu vida ahora a la que tenías en Estella?
La calidad de vida no es comparable. No digo que sea peor, es diferente. Nosotros tenemos muchos recursos al cocinar, sabemos beber y sabemos comer muy bien. Aquí, en Inglaterra, no existe el pintxo-pote. No hay pintxos, muchos no aprecian el buen vino y la mayoría de los bares y restaurantes del país son grandes cadenas con menús de calidad cuestionable.

¿Qué posibilidades tiene un ingeniero como tú de desarrollar su carrera en Navarra?
El número de puestos de trabajo en el mercado se han reducido notablemente en todas las profesiones, pero como ingeniero en Automática y Electrónica Industrial veo que hay más campo y más industrias para desarrollarte, sobre todo en la zona norte. El nivel de industrialización es muy elevado y, por lo tanto, se demandan estos conocimientos técnicos, desde la programación de bases de datos, pasando por el desarrollo de maquinaria, hasta el uso de herramientas de cálculo para interpretar modelos físicos.

¿Cómo está la situación laboral en Inglaterra?
Las estadísticas de desempleo son buenas, a costa de la abundancia de trabajos de jornadas parciales. La parte positiva en cambio es que muchas empresas ofrecen formación y, si lo vales, tienes muchas opciones de progresar, independientemente de la edad.

¿Qué imagen proyecta España en Inglaterra y cómo ven los ingleses a los profesionales de aquí?
A los ingleses les caen bien los españoles, sobre todo porque España es uno de los destinos vacacionales favoritos y se les cuida muy bien cuando van. El problemilla radica en que hablan mucho de la “siesta” y del “mañana, mañana” como si aquello se aplicase en la jornada laboral o como si tuviésemos el ritmo caribeño en la sangre. Pero cuando les demuestras que no es así, te ganas relativamente fácil su respeto. En cualquier caso y desde mi humilde punto de vista, siempre serás un emigrante en Inglaterra y eso debes tenerlo presente por muy bien que te reciban.

¿Te imaginas de vuelta? ¿En algún otro lugar?
De momento nuestra realidad está en Inglaterra. Nos imaginamos de vuelta, pero no sabemos cuándo.