ESTÉNOZ A un paso del pantano

“Los vecinos de la localidad recurren  al auzolán para las pequeñas reformas
“

El Concejo no es el más pequeño del valle de Guesálaz –otros tienen menos habitantes, como la vecina Viguria o Irujo- pero en los meses de otoño e invierno, Esténoz, como la mayoría del valle, es un pueblo solitario. A ello se refiere el presidente de Concejo de los últimos quince años, Eugenio Bacaicoa Núñez. “El pueblo y el valle en general van cada año a menos en cuanto a población. Aquí ha habido intentonas de gente nueva para quedarse. Compran la casa con ilusión pero acaba convirtiéndose en segunda vivienda. El día a día es duro, sobre todo en invierno. A partir de las cinco de la tarde no ves a nadie en la calle”, expresa.

Por el contrario, con el buen tiempo del verano, el atractivo del embalse y de los campos llena de visitantes las carreteras del valle y los vecinos que viven fuera entre semana se trasladan a la casa del pueblo. Con el objetivo de relanzar económicamente el valle, el Ayuntamiento de Guesálaz trabaja junto con el de Yerri en varias ideas para ordenar los usos del pantano y potenciarlo turísticamente. Aunque todavía no hay un proyecto claro, se baraja la posibilidad de hacer un camino que bordee todo el embalse y se acondicionarían los accesos desde los pueblos hasta la orilla del pantano de Alloz.
Esta idea preocupa a muchos vecinos del valle, incluido el presidente de concejo de Esténoz. Se manifiesta en contra de la explotación de un recurso virgen que tiene su encanto alejado de las masas turísticas. “Yo estoy a favor de promocionar el valle, pero no a cambio de nada. Está bien que se coloquen merenderos  pero no comparto que se quiera explotar un recurso natural a costa de la gente que vive a diario aquí y que tendría que soportar las molestias que generan los de fuera”, apuntó. En su opinión, si Lerate está de acuerdo, muy bien que se potencie desde el punto de vista turístico la zona del camping, pero no el resto.

6.000 euros de presupuesto
El concejo de Esténoz dispone de un presupuesto de tan sólo 6.000 euros al año. Esta cantidad obliga a sus vecinos a recurrir al auzolán para hacer pequeñas mejoras, como la construcción de un horno para asados. También entre todos se hizo hace unos años la pavimentación de la carretera que comunica la entrada del pueblo con la plaza y del frontón. Ahora mismo, el pueblo goza de un buen firme, aunque queda pendiente un tramo de la calle San Martín.

Para pueblos con presupuesto pequeño, hasta la concesión de subvenciones cuesta un dinero que el pueblo no puede pagar. “El Gobierno te da en función de los habitantes y por eso no sale bien. Mucha gente no entiende que no se pidan subvenciones, pero es que luego hay que pagar la parte que la administración no da. Pienso que el Gobierno debería de ofrecer un poco más de apoyo a los pueblos pequeños. Por ejemplo, un sueldo no para el alcalde pero sí para los pueblos con alcaldía”.

Los servicios en Esténoz se limitan a una sociedad gastronómica en los bajos del edificio concejil y un consultorio que abre sus puertas los miércoles. Por ello, los vecinos dependen de su desplazamiento hasta Estella o Pamplona para acceder a los servicios. “Este es el valle de las lágrimas. En cuanto a comunicaciones, se ha solucionado por la parte sur con la A-12 pero se han olvidado de Echauri. Esa sería la manera de relanzar la zona, comunicándola por la zona norte con Pamplona”. •