Emotivo inicio de las fiestas de Abárzuza

El 14 de agosto los vecinos de Abárzuza se despertaron con una especial emoción. Las fiestas habían llegado y las ganas de jolgorio comenzaban a aflorar. El buen tiempo soleado acompañó en todo momento los actos inaugurales, lo que ayudó a que decenas de personas se acercasen hasta el consistorio para darle la bienvenida a los cinco intensos días festivos.
Hacia las diez y media, los dobleros se iban congregando en la plaza Mayor para degustar el almuerzo que ofreció el ayuntamiento. Chistorra, panceta y vino fue el menú previo al lanzamiento del cohete con el que los vecinos cogieron fuerzas para afrontar el primer día festivo. En torno a las 12.00 del mediodía la plaza comenzaba a llenarse a la espera del estallido tan emotivo.
Este año fue Jesús López de Dicastillo Antúnez el encargado de prender la mecha al cohete. El vecino de la localidad se dirigió a los asistentes con un “Dobleros, Dobleras, viva San Roque, viva la Virgen y la charanga Amberria” que desató la emoción festiva y fue recompensado con el aplauso de todos los presentes. Antúnez es muy conocido en su localidad por su participación en todo lo que concierne a Abárzuza.

Los miembros del consistorio no tuvieron ninguna duda a la hora de elegir el cohetero de este año. “Desde que entramos en el ayuntamiento hemos querido que Jesús fuera quien lanzase el cohete y no ha podido ser hasta este año. Participa en todos los actos festivos y colabora en todo lo que puede y eso hay que recompensárselo con creces, porque vive para y por el pueblo”, argumenta el concejal de festejos, Eduardo Suberviola.
Una vez iniciadas las fiestas, el cohetero, entusiasmado, bajó a la plaza donde fue recibido con numerosas felicitaciones. “Estoy muy contento y feliz. Las fiestas de Abárzuza son lo mejor. Me gusta todo lo que hay en fiestas, sobre todo los bailes y la pelota”, comentaba Jesús López de Dicastillo.

Una comida muy popular
Después del cohete y este año como novedad en el programa festivo, se daba cita en el frontón el concurso de calderetes. Los vecinos comenzaban a calentar los fuegos y a preparar los ingredientes principales con el objetivo de elaborar el mejor plato de la localidad. Mientras tanto, en la Sociedad Amberria se preparaban los primeros platos de ensalada para acompañar los suculentos platos de calderete que ya cocinaban los vecinos.
La comida popular tuvo una participación notable. “Estamos muy contentos con esta iniciativa. A la gente le ha gustado la idea porque en una localidad de 450 personas que se apunten 300 a la comida popular es un dato más que positivo”, explica Eduardo Suberviola.