Dos intensas jornadas de venta de stock en Estella

La afluencia del público se concentró con mayor fuerza la jornada del sábado. Sobre todo, por la mañana. Desde el momento que se abrieron las puertas de la feria, la gente se agolpaba en los distintos stands colocados uno seguido de otro de manera ordenada. El pasar de perchas para observar las prendas colgadas fue una constante y los clientes hacían cola ante los probadores improvisados de cada stand para verse con los artículos.

La propietaria de la tienda de moda joven Gothyka, Eva Oroquieta Recondo, se ayudó de seis personas el sábado y de cinco el domingo para montar el stand, atender a los clientes y recolocar continuamente las prendas que se desordenaban. “Son días intensos, porque tienes que llevar el género y prepararlo, pero se va aprendiendo de otros años y en esta ocasión ya llevaba los colgadores y sólo tuve que encajarlos”, explica la comerciante, quien hace una valoración muy positiva de la experiencia de este año. “Cada año vamos a más. El pasado vendí más que en la primera edición y éste he superado las ventas del pasado. De hecho, en esta ocasión he cogido dos stands en vez de uno”, añade.

El principal gancho de las ferias del stock, que han proliferado en los últimos años en las diferentes ciudades españolas, son las promociones, las oportunidades, como su propio nombre indica. “Son ofertas muy fuertes. Yo he vendido pantalones que costaban en la tienda 120 euros por 30. Lo que quieres es sacar todo el stock que te queda”, asegura Eva Oroquieta, cuyo comercio se ubica en el paseo de la Inmaculada.

Domingo más tranquilo
De esta misma opinión era la propietaria de la tienda, también de moda, Biss TT, ubicada en la calle del Comercio. Anaeli Otamendi se sirvió, por turnos, de amigas y familiares para poder atender a la gente durante todo el fin de semana. “Como el año pasado, la feria ha ido fenomenal. La gente ha respondido y la venta ha sido muy parecida al año anterior”, dijo. En su opinión, el domingo fue el día más tranquilo, tendiendo en cuenta que el sábado el volumen de gente que acudió a la feria fue “exagerado”.

Anaeli Otamendi aseguraba que la feria ofrecía grandes oportunidades para la compra pero también para el comerciante porque liquida género antes del inicio de una nueva temporada. “Esta iniciativa beneficia a las dos partes. Lo principal para las tiendas es quitar stock y el cliente consigue prendas que han estado en la tienda, con una gran calidad, a muy buen precio”.

A la relación calidad precio hacía referencia también María Jesús Napal Zúñiga, de La Infantil, un comercio situado próximo a Biss TT. “El género que sacamos en la feria es muy barato, la gente hace muy buenas compras. Un traje de niño que ha podido costar hasta 80 euros en la tienda los hemos sacado por diez”. María Jesús Napal quiso hacer referencia a la crisis en esta ocasión. “Aunque hemos vendido mucho y la iniciativa merece mucho la pena, sí es cierto que la gente se preocupa por llevarse las cosas mucho más convencida. Ha pasado lo mismo durante la temporada, pero repito que la feria ha ido muy bien. Es una oportunidad única para sacar el stock que se queda en la tienda y que cuesta venderlo”. •