El segundo encierro de ganado, populoso, transcurrió con normalidad a diferencia del encierrillo de las ocho de la mañana, que se alargó hasta los 50 minutos. La Procesión en honor de los patronos San Andrés y la Virgen del Puy y la pañuelada marcaron la mañana del día central de las fiestas de Estella.
A las once se celebraba misa solemne en San Pedro de la Rúa y una hora después daba inicio la Procesión desde la parroquia. Este año, por primera vez, se vio a una mujer portar la reliquia del santo. Participaron como todos los años, el Ayuntamiento, la comparsa de Gigantes y Cabezudos, los txistularis, las cofradías, acordeonistas, rondallas, fanfarres, grupos de danzas y gaiteros y la banda de música de Estella.
Acto seguido, tomaba el relevo otra de las tradiciones destacadas del programa: la pañuelada. Así como las mujeres tenían su día el sábado, el domingo estaba reservado para ellos. Largas filas de mozos, de todas las edades, cubrieron bailando y cantando el trayecto entre la escalinata de San Pedro y el ayuntamiento por la calle Mayor.
El día continuaba con música, baile, fuegos artificiales y más música y baile.